TOMÁS ONDARRA

Pistolas vibradoras, cinturón de bolas, rodillos... el masaje en casa

Rebajan la tensión muscular y alivian la sobrecarga tras el ejercicio

Viernes, 31 de marzo 2023, 00:34

Los masajeadores domésticos están de moda. Pistolas vibradoras, cinturones eléctricos con bolas, rodillos faciales, rolones... Esta 'fiebre' tiene mucho que ver con que se han disparado los problemas musculares a causa del sedentarismo, el estrés y las largas jornadas laborales sentados ante el ordenador. Los ... compramos, principalmente, como remedio doméstico contra los dolores sin saber muy bien para qué están indicados. Fisioterapeutas nos enseñan a utilizarlos.

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Las pistolas 'vibradoras'

Es una pistola de masaje que lleva varios cabezales de diferentes tamaños, velocidades e intensidad de presión. Efectúa un movimiento de vibración que estimula el flujo sanguíneo y alivia la rigidez y el dolor muscular causados por sobrecargas, agujetas, contracturas.... Es una herramienta útil para nuestras sesiones deportivas. «Sirven para calentar el músculo antes de hacer deporte. Y como recuperación después del ejercicio, ya que permiten regenerar el tejido», comenta el fisioterapeuta Mikel Junquera, de la plataforma FisioOnline. «Los músculos, tras un ejercicio intenso, generan detritus, los desechos del metabolismo de las células, y este tipo de masajes puede ayudar en el trabajo de evacuación de esos desechos al activar la circulación», subraya.

Además, es fácil de manejar. «Su uso es muy intuitivo y sencillo, simplemente hay que pasarlo por el músculo». Es adecuado para emplearlo en piernas y brazos, ya que podemos aplicar la pistola nosotros mismos. «Para la espalda es más complejo porque es difícil lograr ese efecto relajante si nos automasajeamos. Para esta zona es mejor optar por los rolones o las pelotas –tumbarnos sobre ellos de espalda–, porque tenemos una participación más activa en el ejercicio, te involucras más, tienes mejor esquema corporal», detalla.

El uso doméstico de estas pistolas masajeadoras es recomendable «en el post ejercicio, para relajar, cuando tenemos sobrecarga muscular, agujetas o pequeñas contracturas», completa el fisioterapeuta Carlos Espósito. Coincide también en que uno de sus principales beneficios es que estimula la circulación y descarga tensiones musculares.

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Aunque advierte de que antes de hacernos este automasaje debemos descartar que haya una lesión porque, en ese caso, no sería aconsejable. «En las consultas ya tratamos a personas con problemas musculares que han ido a peor por el uso inadecuado de estos dispositivos», alerta el responsable de la plataforma Fisiodue.

Los fisioterapeutas también emplean este tipo de pistolas en sus consultas, pero como preparación antes del masaje. «Utilizamos dispositivos eléctricos de alta calidad, con un efecto de mayor profundidad que los 'caseros'», detalla Espósito. Dice que con un minuto de aplicación en un mismo grupo muscular es suficiente y que debemos pasarlo con mucho cuidado en zonas como la nuca, ya que «pueden causar mareos».

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Cinturón con bolas

Tienen el aspecto de un cinturón con bolas en su interior, que van rotando por la espalda a la vez que emiten unas luces rojas – calor infrarrojo–. Ofrecen, además, varias intensidades de presión y velocidad. «Su efecto es más superficial que el de las pistolas de masaje. Por ello, su función es principalmente de confort, además de activar la circulación y oxigenar la zona». En todo caso, también ayudan a liberar el estrés y la tensión muscular.

«No curan contracturas pero pueden ser coadyuvantes. Lo que ocurre es que es una estimulación homogénea, siempre igual, y pierde efectividad con el uso. Deja de generar una respuesta eficiente porque el cuerpo es capaz de adaptarse a los estímulos repetitivos. Acaba por no hacer el efecto deseado y lo abandonas», señala Mikel Junquera. «De hecho, los fisios con nuestras manos hacemos cada día un trabajo diferente con los pacientes, de forma creativa».

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Rodillos

Es una herramienta que se encuentra ya en todos los gimnasios. El material influye a la hora de decidir qué tipo comprar, ya que los hay más duros y otros más blandos. Es importante tener en cuenta la tolerancia al dolor y cuánto tiempo se lleva usando el rodillo, porque si es la primera vez es mejor optar por uno blando.

La superficie también es distinta dependiendo del modelo. Los rodillos lisos son perfectos para deportistas o para principiantes que únicamente busquen relajar los músculos en su ejercicio diario. Por el contrario, los rodillos con una superficie rugosa tratan de imitar las manos de un fisioterapeuta y ejercen presión en diferentes puntos, con lo que ayuda a aliviar el dolor de las fibras musculares.

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Para la cara

En el mercado se ha multiplicado la oferta de rodillos para la cara –pequeños, de piedra, de madera...–. Su efecto es relajante y se utilizan también para extender cremas y que se absorban de forma más fácil con el fin de dar elasticidad a la piel.

¿Útil? Sí, pero «es mejor el automasaje facial con las manos, mucho más efectivo. Se trata de una zona que refleja las tensiones y el estrés, por lo que un masaje en la cara y en el cuello es muy recomendable. Pero, sin duda, es mucho mejor la opción manual», incide Junquera.

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Cuando no utilizarlos

  • Sólo zona con músculo La pistola vibradora solo se debe usar en partes del cuerpo con músculo, nunca en huesos o en la columna. La pistola de masaje no es recomendable para el área de la cabeza y la zona del cuello-laringe.

  • Sin inflamaciones o traumatismos No se deben emplear si hay inflamaciones e infecciones agudas, traumatismos recientes, fracturas no consolidadas, heridas abiertas; ruptura del músculo, trombosis...

  • Sin hernias Se debe evitar el uso de pistolas vibradoras con hernia de disco.

  • Problemas de piel No aplicar sobre piel húmeda, mojada, sucia o cuando tiene algún problema (psoriasis, eccema).

  • No sobrepasar el tiempo de uso No se debe realizar masaje en la misma zona durante mucho tiempo, sino mover el dispositivo con movimientos lentos sobre el área. Masajear un grupo de músculos no debería llevar más de un minuto

  • Para dolores leves Podemos utilizarlos para dolores leves –sobrecargas musculares, tensión por el estrés y malas posturas–, pero cuando son fuertes y no remiten pueden revelar problemas más graves que requieren acudir al médico o fisioterapeuta.

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