Azucena Begega, ayer durante la conferencia. :: MARIETA
AVILES

«El cerebro se puede entrenar con ejercicio físico y mental»

«Bailar reporta muchos beneficios», afirma Azucena Begega, profesora del área de Psicobiología de la Universidad de Oviedo

J. F. GALÁN

Miércoles, 28 de mayo 2014, 11:33

El cerebro, como cualquier otra parte del cuerpo, necesita ejercicio para contrarrestar en la medida de la posible el inexorable e implacable paso del tiempo. «Hay una teoría que sostiene que se comporta como un músculo. Yo no estoy muy de acuerdo con ella, pero es incuestionable que el ejercicio favorece la plasticidad cerebral, que es muy beneficioso para mantenerlo activo», manifestó Azucena Begega durante la conferencia del ciclo 'Descubriendo el cerebro: logros y restos de la neurociencia', organizado por el Aula de Pensamiento Científico de la Universidad de Oviedo, que impartió ayer en el Centro de Estudios Universitarios de Avilés. Su título, 'El envejecimiento cerebral'

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Profesora del área de Psicobiología de la Universidad de Oviedo, Begega forma parte de un equipo que ha realizado un experimento con ratones de laboratorio para comprobar los beneficios que reporta el deporte al cerebro. Los resultados parecen incontestables. Los que daban vueltas y más vueltas a la clásica noria de la jaula respondían mucho mejor a los estímulos cerebrales que los que se mantenían en reposo.

Precisar cuando y por dónde comienza a envejecer el cerebro no tiene, al menos a día de hoy, una respuesta absoluta, aunque las señales físicas son evidentes. «Pierde peso, volumen y neuronas, que es el equivalente a las células en otro órgano», señaló Begega. En cuanto a las consecuencias, en un cerebro sano, sin patologías, «la más incapacitante es la pérdida de memoria y de capacidad para procesar información», facultades que habitualmente son las primeras en resentirse. En cualquier caso, «es un proceso global que afecta a todo el cerebro», señaló.

La buena noticia es que el cerebro se puede entrenar. ¿Cómo? Con ejercicio, físico y mental. «Hay tareas a las que no les damos excesiva importancia porque forman parte de nuestro día a día que sin embargo son muy beneficiosas para el cerebro. Por ejemplo la lectura, o cualquier cosa que requiera atención. También asistir a una charla, hacer puzzles, crucigramas o cálculos matemáticos mentales, o simplemente buscar diferencias entre dos dibujos aparentemente idénticos», dijo.

Videojuegos

También los videojuegos, y no solo los clásicos de la consolas. «En internet se encuentran fácilmente juegos específicamente diseñados para potenciar la memoria». La clave está «en la velocidad de procesamiento de la información. Según se avanza en un videojuego los estímulos cada vez aparecen más rápido, y obligan al cerebro a reaccionar al mismo tiempo que se procesa la información». Como en casi todo, «tampoco conviene abusar», puntualizó.

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El ejercicio físico también es ejercicio mental. El más indicado es el aeróbico, con moderación, tal y como ha atestiguado el experimento realizado con ratones por el equipo de Begea. Bicicleta, correr o caminar reporta beneficios al cerebro. También bailar. Mover el esqueleto al ritmo de la música «es espacialmente bueno para el cerebro. Combina movimiento, coordinación, capacidad sensorial... También favorece las relaciones personales, que son igualmente positivas. Sí, bailar es uno de los ejercicios más completos para el cerebro», concluyó Azucena Begega.

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