Tres mujeres con mucha historia

Carolina Zarracina León, Leonor Ruenes Platas y Rosa Balmori Otero tienen muchas cosas en común. Las tres son mujeres trabajadores vinculadas de una forma u otra al concejo Llanes y las tres recibirán este viernes, de la mano de la alcaldesa de Llanes, Dolores Álvarez Campillo, el premio 'Mujer Concejo de Llanes'. El acto tendrá lugar a las siete de la tarde en la Escuela de Música, emplazada en la calle Mayor.

La primera cumplirá en abril 82 años. Aunque natural de Gijón, Carolina Zarracina León vive en el concejo de Llanes desde los nueve años. Primero en La Borbolla y, desde que tenía 25 años, en San Roque del Acebal. Allí abrió en 1981 el Hostal Europa y formó junto a su marido, León García Fervienza, una familia compuesta por diez hijos, 16 nietos y 3 biznietos.

Leonor Ruenes Platas tiene 85 años y nació en San Martín de Bedón un 12 de julio, siendo la segunda de cinco hermanos. Desde los seis años ayudó en casa cuidando de sus hermanos pequeños y colaborando con las tareas agrícolas, que aún hoy en día desempeña. Durante su adolescencia su madre enfermó y Leonor se ocupó de atender la casa, la huerta y la familia. A la edad de 23 años se casó con Nicanor Ruenes, con el que tuvo una hija. Su marido trabajaba en una tejera en Balmaseda y estaba fuera varios meses al año, por lo que ella tuvo que hacer frente a todo el trabajo que implicaba la vida del campo y la agricultura. Para sacarse un dinero extra, era habitual verla vendiendo parte de su cosecha en los mercados del concejo llanisco y en Ribadesella.

En la actualidad vive con su hija, su yerno y sus nietos, y tiene un bisnieto. Continúa siendo una persona muy activa y sigue dedicándose a la vida del campo y la agricultura. Para ella cosechar es una afición, y disfruta regalando productos obtenidos de su labor a gente a la que aprecia.

La última de las 'Mujeres Concejo de Llanes' es Rosa Balmori Otero. Nació en la localidad llanisca de Vibaño hace 89 años. Su padre era albañil y su madre ama de casa, pero ambos también trabajaban como ganaderos y agricultores. Es la segunda de nueve hermanos y en su casa, como en muchas de la época, todos los miembros de la familia, incluida ella, trabajaron en el campo y con el ganado desde edades muy tempranas.

Con 19 años se trasladó a la villa de Llanes para trabajar de limpiadora en Casa Ángel (Restaurante y Bar). Lugo estuvo en diferentes hostales y hoteles de la Villa, como Paraíso y Hostal Peña Blanca. Se casó a los 30 años y continuó trabajando en el Hostal Peñablanca hasta que en 1965 emigró a Bélgica con su marido. Allí se instalaron en una casa particular para servir a los dueños durante ocho años. Después se ocupó de la limpieza en un cine y en un hospital, donde se pensionó con 60 años. Su marido murió en Bélgica y ella regresó a España, a Pancar, donde con mucho esfuerzo compró una casa a sus familiares, en la que reside actualmente.