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El colegiado muestra la tarjeta amarilla a Susaeta. :: MARIO ROJAS
«No tenía ánimo para continuar»
Oviedo

«No tenía ánimo para continuar»

Zarrabeitia Arrieta suspende en el descanso el Oviedo-Racing de Ferrol tras la explosión de un petardo | El colegiado vasco reconoce en el acta que el artefacto pirotécnico en el túnel de vestuarios «no produjo ningún daño físico a ninguna persona»

RAMÓN JULIO GARCÍA ,

Miércoles, 11 de diciembre 2013, 20:17

Un petardo lanzado por un lateral del túnel móvil que da acceso a los vestuarios fue el argumento del colegiado Zarrabeitia Arrieta para suspender en el partido entre el Real Oviedo y el Racing de Ferrol en el descanso. El árbitro vasco argumentó su decisión en que «tanto nuestra integridad física como la de otros empleados del club no estaba asegurada», según reflejó en el acta arbitral. El choque fue suspendido en el descanso, cuando el Real Oviedo ganaba 1-0 merced a un gol de Diego Cervero a los quince minutos.

La decisión de suspender el partido desató las críticas de la afición. Nada más conocerse la decisión del colegiado, los aficionados se agolparon en la rampa de salida del aparcamiento interior del estadio, donde permanecieron hasta las ocho de la tarde, aproximadamente, y donde no se produjo ningún incidente, siendo incluso aplaudido el autobús del Racing de Ferrol.

El colegiado salió posteriormente en un vehículo policial hasta un lugar a las afueras de Oviedo, donde previamente había sido trasladado su vehículo.

El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol decidirá ahora cuándo se debe disputar la segunda parte del encuentro. Además, es probable que se decida la clausura del campo, ya que el club azul estaba apercibido por incidentes en otro partido de esta temporada.

El acta del encuentro redactada por Zarrabeitia Arrieta refleja que «tras finalizar la primera parte y cuando abandonamos el terreno de juego correctamente escoltados por empleados del club y las fuerzas de seguridad, se lanzó desde la grada un petardo que se introdujo por el lateral del túnel móvil de entrada a vestuarios, haciendo explosión a apenas un metro de distancia desde nuestra posición». El colegiado relata que «la explosión no produjo ningún daño físico a ninguna persona, salvo un zumbido en el oído dejándonos aturdidos durante unos instantes» y concluye que «observando que tanto nuestra integridad física como la de otros empleados del club no estaba asegurada, he decidido suspender el partido en el descanso».

Condena del incidente

Al término del encuentro, tanto por parte del Real Oviedo, como el Racing de Ferrol reconocieron que hicieron todo lo posible porque el encuentro se reanudara, pero que el colegiado se mostró inflexible. El presidente del conjunto azul, Sabino López, condenó enérgicamente lo sucedido. «La acción del energúmeno o energúmenos que lanzaron el petardo y lo único que hacen es perjudicar gravemente al Real Oviedo», lamentó. En este sentido, desde el club se solicitó mediante un comunicado la colaboración de sus aficionados para «localizar al energúmeno que provocó este lamentable suceso que daña la imagen de una entidad de 87 años de historia y de su afición, que ha dado muestras de su grandeza en numerosas ocasiones».

El presidente oviedista considera que la decisión arbitral «fue excesiva» y explicó que estuvo con el colegiado, «que no tenía ningún problema físico que le impidiese continuar dirigiendo el partido». Además, cree que la decisión adoptada es «sorprendente» y añadió que «respetamos la decisión, pero hicimos todo lo posible porque se jugase, al igual que hicieron los representantes del Racing de Ferrol. El único que no quería seguir fue él», en referencia al árbitro.

Sabino López cree que tras hacer «una valoración serena» la decisión del colegiado «no fue proporcional a lo que pasó» y afirmó que el árbitro argumentó que «anímicamente no estaba para continuar». En su experiencia en el fútbol señaló que ha vivido «situaciones de mucha más tensión que ésta y se continuaron jugando los partidos».

Tanto los clubes como los responsables de las fuerzas de seguridad en el campo trataron de hacer ver al árbitro «los problemas que podía conllevar la medida en cuanto a altercados de orden público, pero no quiso atender a nada», dijo el presidente. Además, la preocupación en el seno del club es grave, ya que «los perjuicios serán graves. Hay que esperar a lo que digan los comités, alegaremos en función de lo que recoja el acta, siempre defendiendo los intereses del Real Oviedo». No obstante, el presidente aseguró que «a veces los árbitros toman acciones desproporcionadas y el Real Oviedo no debería ser sancionado por una situación así. Entendemos que no se pueden perjudicar los interese del club por una decisión desproporcionada». Aunque dejó claro que «el árbitro no tiró el petardo, que eso fue culpa de los bestias que lo hicieron, pero él debería tener la capacidad para reaccionar de forma adecuada a lo que estaba pasando».

El entrenador del Real Oviedo, Carlos Granero, tampoco encontraba una explicación clara a lo sucedido. «No queríamos que se suspendiese. Estábamos bien, muy metidos, teníamos a la gente con nosotros y luchamos hasta el último momento para que no se suspendiera», afirmó, a la vez que insistió en que «se le intentó hacer ver que era desproporcionada su decisión, pero hay que respetar su decisión».

No obstante, Granero cree que el árbitro «se puso muy nervioso con una serie de decisiones que ha tomado. Creo que el partido le ha venido bastante grande y fue una excusa para suspenderlo». No obstante, reprueba lo sucedido porque «fue un hecho aislado y condenable», pero destacó que «el comportamiento general de la afición fue exquisito».

Respecto a los 45 minutos que restan por disputar indicó que «nosotros vamos a pensar en el Sporting B, tenemos que seguir en nuestra idea de preparar bien ese encuentro y los comités decidirán. Imagino que se jugará antes de concluir la primera vuelta, pero no afectará en nada nuestro día a día».

En la misma línea que Granero se manifestó el entrenador del conjunto ferrolano, José Manuel Aira, quien no ocultó su disgusto por la suspensión del encuentro. «Estoy asimilando y tratando de buscarle una explicación. La verdad es que hemos hablado con el árbitro y hemos intentado que recapacitara, pero se ha mostrado tajante», dijo el técnico, que cree que hubiera sido mejor pasar por alto el incidente y «una vez finalizado el partido se hace mención y se castiga al que lo haya hecho».

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