JESSICA M. PUGA
Lunes, 5 de agosto 2013, 03:44
Nunca es tarde para cumplir un sueño. Eso es lo que ha conseguido Agustín Molleda (León, 1949) aunque antes haya tenido que esperar a la libertad de la jubilación. Un apasionado de la escritura y la naturaleza que siempre soñó con estudiar periodismo, pero a quien su origen humilde le llevó por los derroteros de la publicidad. 'Lo que anduve y dejé a los márgenes. Tomo I' es la primera parte del sueño convertido en realidad de Molleda. Un viaje que mezcla realidad y ficción «para que el lector, además de seguir la trama, quiera aventurarse a decir qué hay de real y qué de ficticio en lo que escribo», comenta su autor.
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La novela comienza a caballo entre Oviedo, Posada de Llanes, la céntrica calle Uría de Oviedo y León. Presenta un argumento que atrapará al lector desde el primer momento, intrigado por conocer las peripecias de unos personajes tan cercanos. En palabras de su autor se trata de un argumento que se ajusta muy bien a los tiempos que corren; un hombre, que tras sufrir un despecho amoroso, quiere romper con su pasado por lo que decide hacer el camino de Santiago como desahogo personal. En su aventura, a la vez que medita sobre su historia, se da cuenta de que hay mucha gente que tiene mayores problemas que él. De esta manera comienza a buscar en las frustaciones de los otros su autosatisfacción.
Una obra que destaca por sus descripciones de pueblos y paisajes españoles, especialmente de la geografía asturiana. El autor, afincado en Gijón, adelanta que las descripciones geográficas son «totalmente ciertas y contadas desde su experiencia» porque él es también un asiduo caminante. Un hombre que puede presumir de llevar bajo sus pies más de 7.000 km recorridos y de contar en sus historias lo que ha visto. «El gran Paulo Coelho afirma haber realizado el camino de Santiago para escribir su obra, pero es mentira. Él simplemente preguntaba a los peregrinos, mientras dormía en los mejores hoteles y comía en los mejores restaurantes», explica Molleda encendido.
Para el escritor leonés, ver el trabajo de tantos meses en la librería no ha sido un camino de rosas. «Lo más duro no fue pararme delante del escritorio con un montón de hojas en blanco, ni siquiera recorrerme a pie media España porque ambas son mis aficiones y eran base para alcanzar el sueño que llevaba persiguiendo durante toda mi vida». Lo más complicado fue poder publicarlo porque las editoriales no se fian de de los escritores noveles, y menos si superas los 60 años como es su caso. En este mercado es necesario tener un nombre o un cargo, aunque baste con ser un político sinverguenza». Finalmente, Molleda contactó, en Sevilla, con una editorial que facilita la maquetación pero cuya gestión y coste corre a cargo del autor. De esta manera, el escritor es el encargado de autofinanciarse y presentar su trabajo en las librerías para que éstas decidan si vender su novela o no. «Yo me busco la vida, voy a las librerías y me vendo a mí y a mi trabajo. En Gijón la libreria Corocotta y la librería Paradiso aceptaron mi novela».
A Agustín Molleda le quedan muchos caminos por contar, así que espera hacer una tercera entrega de 'Lo que anduve y dejé a los márgenes'. Su sueño no acaba aquí. Ya tiene tres pequeños relatos en el cajón de su mesita. «No continuarán las aventuras de Jaime y José Luis, se trata de relatos independientes», comenta su autor, quien espera ya ansioso que sus últimas creaciones vean la luz. Un sueño logrado «con el que he aprendido mucho, por ejemplo, que como no te muevas por ti mismo, ten por seguro que nadie lo hará en tu lugar».
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