«Estamos en el límite con Siero, Sariego y Villaviciosa, pero no tenemos autobús»

Apenas le quedan unos meses como presidente, un tiempo en el que espera dejar zanjados algunos problemas de la parroquia. Eduardo Suárez (Baldornón, 1950) es el presidente de la Asociación de Vecinos de Baldornón, entidad que lleva liderando desde hace 12 años y para la que ansía nuevos aires. «Todos los vecinos deberían pasar por aquí, ver cómo se trabaja», reflexiona. Hoy, los esfuerzos se centran fundamentalmente en resolver la falta de un servicio de autobús que conecte la parroquia con el centro de Gijón, muy demandado por los vecinos de mayor edad.

-Baldornón, la parroquia más alejada de la ciudad, no tiene servicio de autobús.

-Así es. Estamos en el límite con Siero, Villaviciosa y Sariego, justo al lado de la Peña de los Cuatro Jueces, pero no tenemos autobús. Hemos hablado con el Ayuntamiento, que ha mostrado su buena disposición para que dispongamos de transporte. Somos conscientes de que es imposible convertir Baldornón en Somió, ya que somos pocos habitantes, pero entre esto y no tener servicio de autobús hay un trecho.

-¿Qué sucedió para que se quedasen sin autobús?

-Licasa es la empresa concesionaria de la línea, pero no realiza el servicio. Llevamos desde 2010 peleando, pero todos sabemos que las cosas de palacio siempre van despacio.

-¿Qué proponen?

-Estamos esperando a que Licasa renuncie a la línea, ya que Medina está interesada en explotarla. Ellos se encargan en estos momentos del transporte en Caldones. Lo que harían sería ampliar la línea hasta aquí. Lo peor de todo es que disponemos de paradas de autobús, pero no de autocares. Hace poco tuve que decirle a un chaval que comprase cuchillas para afeitarse mientras esperaba por el bus, que no iba a pasar en mucho tiempo (ríe).

-También piden que se adecenten unos caminos en Rioseco.

-Sí, algunos todavía son de gravilla y no tienen nada que ver con los del resto de la parroquia. Vendría bien pavimentarlos y ampliarlos, dejarlos como los demás. Porque hay que reconocer que en los últimos años se gastó bastante dinero en acondicionar todo esto, un dinero que hoy no hay. Hay que pensar en cuidar lo que tenemos, en mantener lo que se hizo.

-¿Tienen algún problema de saneamiento?

-La verdad es que está bastante bien. Además, la luz llega a la práctica totalidad de las fincas. No hay queja.

-¿Y de internet?

-Por cable no hay problema, pero sí si decides conectarte a través de 3G. La cobertura es bastante mala, tanto para internet como para la telefonía móvil. Depende del sitio en el que te encuentres, igual te quedas sin teléfono móvil. Pese a todo, creo que en la parroquia habrá más o menos un 30% de los vecinos que disponen de servicio de internet, y somos unos doscientos y pico habitantes.

Grietas en la iglesia

-La iglesia también tiene algún problema acuciante.

-Sí, tiene una grieta que fue a más por culpa de la lluvia. De todas formas, es un tema que no lleva la asociación, sino el párroco. No creo que sea tan grave como para derrumbarse, pero por si acaso se están haciendo los oficios en la capilla del cementerio municipal.

-Hay cierta división en la parroquia por culpa de la reparación de la iglesia.

-Sí, como en todo. Unos son partidarios de arreglarlo y otros creen que es mucho dinero. La verdad es que es un tema delicado.

-¿Les afectaba el Plan General de Ordenación anulado?

-No. Solo nos afecta el tema de los núcleos rurales, que ya viene de antes -de 1999-. Hay vecinos que tienen terrenos o parte de ellos fuera de los núcleos rurales y no pueden construir, pese a ser, como quien dice, hijos de Baldornón.

-Sobre todo, cuando la ganadería y la agricultura se están perdiendo...

-No da dinero. Muchos vecinos están trabajando fuera y no se dedican ni a la agricultura ni a la ganadería. Eso sí, nosotros vemos conveniente que se respeten los 10.000 metros cuadrados de finca para poder construir.

-¿Da pena que se pierdan estas costumbres?

-Claro que da pena, sobre todo a los mayores. Ven cómo los praos se van a convertir en bosques al dejar de trabajar en ellos. Pero es que ahora, en vez de sacar un euro por tu trabajo, sólo te dejas los riñones.

-Abandona la presidencia tras 12 años en el cargo. ¿Con qué se queda de todo este tiempo?

-Pues con los momentos difíciles que logramos capear. Se arreglaron caminos, se trajo agua y luz a la parroquia... También es cierto que iba a dejarlo hace cuatro años, pero nadie quería coger la asociación. Ahora parece que sí. Creo que todos los vecinos deberían involucrarse más, no todo debería ser pedir.