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LIDIA ÁLVAREZ
Martes, 19 de marzo 2013, 15:16
El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) ha puesto en marcha una investigación para tratar de aclarar todo lo ocurrido en torno al fallecimiento, el pasado jueves, de una niña de 18 meses que se atragantó al parecer con una palomita de maíz.
La pequeña, vecina de la localidad de Villares de Abajo, en Ibias, llegó el sábado 9 de marzo al Hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea con síntomas de asfixia por haberse tragado algo. Según las primeras informaciones, una palomita de maíz. El bebé sufría nauseas y vómitos, que derivaron también en fiebre.
En el centro hospitalario de Cangas se le practicaron distintas pruebas diagnósticas, entre ellas varias radiografías, pero no se pudo detectar el objeto que supuestamente se había tragado. Por eso, se decidió que fuese derivada al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en Oviedo, que cuenta con una unidad especializada en cirugía pediátrica de la que carece el centro cangués.
Según fuentes cercanas a la familia, tras ser examinada en el Hospital Central, se decidió esperar a que el objeto tragado fuese expulsado por vía natural y valorar, en caso contrario, la viabilidad de una operación, por lo que la menor fue enviada a casa.
Síntomas de asfixia
Apenas unos días después, el pasado jueves 14 de marzo, y ante la persistencia de los síntomas y el empeoramiento de su estado, la familia acudió de nuevo a los servicios médicos. En concreto, al consultorio periférico local de Tormaleo (Ibias), donde, según varias fuentes, la niña falleció con síntomas de asfixia. El cuerpo fue trasladado entonces al Hospital de Cangas del Narcea, donde se procedió a practicarle la autopsia.
Estaba previsto que el funeral se oficiase este fin de semana pero al final no llegó a celebrarse. Junto a la esquela de la pequeña se podían ver unos carteles que anunciaban que «a la espera de una nueva notificación, se suspende el funeral».
En el entorno familiar no han querido confirmar si se ha tomado la decisión de interponer una denuncia ante una posible negligencia médica, ni los motivos del aplazamiento del funeral, pero todo hace indicar que viene derivado de la apertura de una investigación más amplia, como así ha confirmado el Servicio de Salud a EL COMERCIO.
El funeral por la pequeña se celebrará finalmente a las 16 horas de hoy, en la iglesia de San Jorge, situada en Tormaleo (Ibias), parroquia a la que pertenece la localidad de Villares de Abajo, de donde era vecina la niña y donde reside buena parte de su familia.
Fuentes del Sespa señalaron ayer que comprenden el dolor de la familia y la difícil situación por la que están atravesando y aseguran que están a su disposición para aclarar todo lo ocurrido en torno a la muerte de la pequeña.
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