Agentes de la Guardia Civil investigan el lugar donde fue abatido ayer Armando Fernández. :: M. ROJAS
SIERO Y CENTRO

Fallece un cazador en Limanes a consecuencia de un disparo fortuito

La víctima, un lavianés de 47 años de edad, fue alcanzada en la cabeza, supuestamente por uno de sus compañeros de cuadrilla

RUTH ARIAS

Domingo, 7 de octubre 2012, 09:43

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Un cazador de 47 años falleció a primera hora de la mañana de ayer en la zona de Vallín, en Limanes, tras ser alcanzado por un disparo en la cabeza en el transcurso de una batida. La víctima, Armando Fernández, era vecino de Laviana, y pertenecía a la Sociedad de Cazadores de Siero y Noreña (Socasino), formando parte de la cuadrilla de Pantiga.

Los hechos sucedieron pasadas las nueve de la mañana. La cuadrilla, formada ayer por once personas, había salido a realizar una batida de corzos organizada a primera hora, y se había separado en dos grupos. Se encontraban ya situados en sus puestos y uno de ellos había entrado en el monte con los perros para provocar el movimiento de los corzos. Cuando uno de los animales se puso a tiro, se produjeron varios disparos, uno de los cuales alcanzó a la víctima sin que ninguno de los participantes en la cacería se apercibiese de ello.

El guarda del coto oyó por la emisora que la pieza y ahabía caído y comenzó a explorar la zona. Se percató de que había un chaleco reflectante en el suelo, al lado de un bosque. «Primero pensé que alguien se había olvidado allí una prenda, pero luego puede ver que había una persona tirada en el suelo que no se movía», relata el guarda, José Luis Larrea. Corrió hasta el cuerpo, pero antes de llegar a él ya pudo ver el estado en el que se encontraba. Había recibido un impacto de bala en la cabeza, presuntamente procedente del arma de alguno de sus compañeros.

El guarda avisó al jefe de la cuadrilla, que se encontraba en ese momento enuna zona diferente, y dió parte al 112. En el lugar del accidente se personaron tanto el SAMU como la Guardia Civil, pero nada se pudo hacer por salvar al cazador, que había fallecido prácticamente en el acto. Intervinieron también la Policía científica y la judicial y se procedió al levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Hospital Central de Asturias para realizarle la autopsia.

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A la espera de que el informe de balística confirme siel impacto fue directo o un rebote y si el proyectil procedía de una escopeta o de un rifle, todo parece indicar que lo que acabo conla vida del cazador fue un disparo de este último tipo de arma.

Desde Socasino califican el incidente como «una desgracia», y no aciertan a explicarse cómo ha podido ocurrir. «Las armas de caza son muy potentes, y por eso extremamos las precauciones», asegura un portavoz de esta asociación, José Llana, que explica que lo habitual es que los cazadores se coloquen muy separados unos de otros, ya que se cubre una mancha amplia de monte, aunque visibles.

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