GUILLERMO F. BUERGO
Miércoles, 5 de septiembre 2012, 12:27
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Convocadas por Carlos Zapico Llera, más de medio centenar de personas apellidadas Zapico se reunían el domingo por cuarto año consecutivo en el pueblo de Piñeres de Pría. Los asistentes pertenecen a un mismo tronco, que procede de la localidad de El Entrego, y el primer Zapico que se asentó en la parroquia de Pría, en el año 1924, fue Luis Zapico Carbajal. Los reunidos son descendientes directos y colaterales del citado Luis.
Esta saga de los Zapico se encuentra extendida en la actualidad por bastantes provincias españolas y en países europeos, con especial incidencia en Bélgica. Por motivos laborales no todos los años acuden los mismos y el día que pueda reunirse la totalidad del clan superarán los tres centenares de parientes. En ello están. El origen de la reunión lo situaba Carlos Zapico en la necesidad «de participar en acontecimientos de carácter festivo y gastronómico porque estábamos cansados de vernos sólo en funerales y entierros».
Y la fiesta culinaria del pasado domingo fue de las que quedan para siempre en la memoria. En torno a bien surtidas mesas, comieron, cenaron y desgranaron multitud de anécdotas, sin que faltara un paseo por los principales rincones de Piñeres. ¿Qué hubo para comer? «Luisín preparó costillas, pollos y criollos a la parrilla y yo me encargue de elaborar bonito a la llanisca», explicó Carlos Zapico. Pero hubo más.
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