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Una imagen de Salinas y su playa. :: MARIETA / SERGIO LÓPEZ
«Ahora la gente viene a la playa y se va»
Castrillon

«Ahora la gente viene a la playa y se va»

La hostelería de Salinas reivindica un hotel con capacidad y más infraestructuras turísticas

JOSÉ F. GALÁN

Domingo, 12 de agosto 2012, 04:39

Lejos quedan los tiempos en los que cualquier domingo de verano había que armarse de paciencia para encontrar un sitio en La Gaspara, ahora cerrada, o en cualquier otra terraza de Salinas. «Ahora la gente viene a la playa y se va», resume José Serafín Lamelas, propietario de La Toldilla, uno de los cuatro establecimientos con solera de Salinas a los que LA VOZ acudió para recoger la opinión de los hosteleros. En todos los casos, la pregunta fue la misma. ¿Cómo va el verano?

En líneas generales, la respuesta también fue la misma. «Va flojo, aunque nos mantenemos». Lógicamente la crisis es el factor principal de la caída pero a juicio de los hosteleros, no es el único.

«Aquí no hay hoteles, ni cámpings, ni infraestructura, ni atractivos turísticos. Por no tener, ya no tenemos ni fiestas. Lo único que se organizan son botellones. Además de las del surf, teníamos que tener unas fiestas locales, como en cualquier otro pueblo, y más vigilancia. El otro día me robaron una mesa y cuatro sillas», añade Lamelas, que evoca el pasado con nostalgia. «Antes, en la década de los setenta y ochenta, Salinas era una de las referencias del turismo en Asturias, pero se quedó estancada. Sólo hay que mirar cómo han evolucionado otras localidades, como Luanco, que está ahí al lado. Allí han abierto un montón de hoteles», concluye el propietario de La Toldilla.

Celso Villabrille, de la Cafetería Los Tres Monitos, también reivindica que se amplíe la prácticamente inexistente oferta hotelera de Salinas, reducida a un pequeño hotel de tres estrellas y a un par de hostales, todos situados en la carretera general, lejos de la playa. «Salinas necesita un buen hotel, con capacidad. Es prioritario», sentencia.

En cuanto al verano, «los días de playa hay mucho movimiento, y el resto poco, como siempre, aunque la crisis se nota mucho. Hay menos carta y más menú», añade. Además de un hotel, Celso Villabrille también pide que se recuperen las fiestas de la localidad. «El último fin de semana de julio fue, con mucho, el mejor del año. El festival de surf se notó mucho. Salinas estaba lleno, pero fueron cuatro días. Hay que organizar más acontecimientos, ofrecer algo más que la playa», solicita el propietario de Los Tres Monitos.

Situado en primera línea de playa, el Restaurante Piemonte es una de las referencias gastronómicas de Salinas. «El verano comenzó flojo, pero a partir de las segunda quincena de julio se ha notado un repunte, especialmente el fin de semana del festival de surf y de las fiestas del túnel de Arnao, que atrajeron mucha gente. Había que organizar más cosas así», afirma Santiago Villar, uno de los propietarios.

La terraza, motor del negocio durante el verano, casi siempre presenta un buen aspecto. «La mayoría de la gente viene al menú, y muchos ni siquiera miran la carta. Hay que afinar mucho, ofrecer la misma calidad a un precio menor. Sí, la venta ha bajado, sobre todo por semana, pero tampoco nos podemos quejar», puntualiza Villar, que también lamenta la escasa infraestructura turística que ofrece la localidad y sobre todo, la falta de un hotel con capacidad. «Hay gente que nos pregunta dónde puede dormir, y tenemos que enviarlos a Piedras Blancas, a Santa María del Mar o a Avilés. Es una pena», lamenta.

Al otro lado de Salinas está Las Conchas, un emblemático restaurante situado a pie de playa, con una amplia terraza y un comedor orientado al mar. Lo atiende Jorge Menéndez y sus impresiones no difieren demasiado de la del resto de hosteleros. «El negocio ha bajado en torno a un 20%. Otros años en agosto estábamos a tope, y ahora no es así. Hay menos gente». En cualquier caso, «aquí tenemos un público muy fiel. La mayoría de nuestros clientes son gente de Salinas, de Avilés o de cualquier otro sitio de Asturias que nos visita con frecuencia o veraneantes de toda la vida. Hay muchos días que salgo a la terraza y conozco a todo el mundo», concluye Jorge Menéndez.

Este fin de semana se celebra la segunda edición de las Fiestas del Túnel, en Arnao, el último acontecimiento lúdico de un verano que en Salinas tampoco está siendo como los de antaño.

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