«El dinero se lo quité a unos para dárselo a otros. No me quedé con nada»

«El dinero se lo quitaba a unos para dárselo a otros. No me beneficié porque no me quedé con nada». Manuel Mori, ex director del Banco Pastor de Cangas de Onís, reconoce haber utilizado de forma ilegal los depósitos a plazo fijo de sus clientes pero niega que lo hubiera hecho con ánimo de lucro. Todo lo contrario, dice, «yo no soy el beneficiario, no me he quedado con ningún dinero y mucho menos he participado en ninguna trama inmobiliaria», responde Mori, acusado de un fraude que, a falta de cerrarse la auditoría, afecta ya a una veintena de personas y asciende a 2,5 millones de euros. Unos datos que él mismo confirmaba ayer.

Manuel Mori, vecino de Cangas de Onís y empleado de banca desde hace veinte años, asegura que las primeras operaciones fraudulentas que realizó fueron en la sucursal que el Banco Pastor tenía en la calle de Emilio Laria de Cangas de Onís hasta su fusión, hace un mes, con el Banco Popular, y donde llevaba trabajando unos diez años. «Lo primero que hice fue hace unos años, ya no me acuerdo exactamente, dos o tres. Fue una idiotez, reconozco que está mal hecho y no estoy orgulloso de ello, pero quería ayudar a la gente y luego la cosa se me complicó», explica Manuel Mori, que asegura que ahora está colaborando «al 100%» con el Banco Popular para tratar de «cuadrar los números».

Y es que si Manuel Mori asegura que lo único que hizo fue quitárselo a unos para dárselo a otros, entiende que la solución pasa por que quienes antes recibieron el dinero lo entreguen ahora, y así se les podrá devolver a los que lo perdieron. «Es un lío que hay que desarmar, quizá formalizando esos préstamos», propone a la entidad bancaria, quien por ahora lo tiene suspendido de empleo, pero no de sueldo, porque «yo estoy trabajando, hago todo lo que me ordenan», dice. Eso sí, su futuro laboral lo tiene meridianamente claro. «Todavía no me lo han comunicado, pero yo si fuera el banco, me despediría», admite.

«No tengo dinero en México»

A Manuel Mori se le acusa de apropiarse del dinero que le confiaban sus clientes para fondos a plazo fijo. Según fuentes cercanas a las investigaciones abiertas, el ex director no realizaba apunte alguno en la contabilidad del banco de estos ingresos y con ellos realizaba inversiones en el sector inmobiliario. Manuel Mori lo niega taxativamente. «El dinero era para dejárselo a otros clientes, no era para mí ni para ninguna empresa inmobiliaria», insiste Mori, quien también quiere dejar claro que son inciertos algunos comentarios que estos días llegaron a sus oídos: «Ni estuve detenido, ni me marché a México, ni tengo tres o cuatro millones en México, ni hay cientos de afectados, ni mi mujer ni ninguna otra persona sabían nada de todo esto. Era algo que sabía yo únicamente y nadie más», insiste Mori, quien tampoco explica cómo hizo para que ninguna auditoría detectara este fraude. «Las hacían ellos, yo no hacía nada», responde.

Manuel Mori explica que su día a día ahora, pese al revuelo que sobre todo en Cangas de Onís se ha formado al salir a la luz esta estafa, es «normal». «No estoy por ahí en una terraza, pero como y duermo», dice. El ex director del Banco Pastor entiende que pueda haber gente afectada y por lo tanto muy molesta por su comportamiento, pero también asegura que está recibiendo muchos mensajes de cariño y apoyo. «También habrá gente, a la que beneficié, que es normal que esté agradecida», entiende.

Aunque reconoce estar «preocupado» por las consecuencias de sus hechos, responde de forma campechana y cercana, y dice que ya no tiene de qué esconderse. «Hasta ahora contaba alguna batalla, pero ahora ya no merece la pena liar más la madeja», opina. Por eso, dice, está participando en los trabajos de la auditoría «en lugar de marcharme a Zaragoza y apagar el teléfono». «Estoy dando la cara, tratando de solucionar todo este lío en colaboración con el banco y con los propios afectados», a quienes «sólo puedo pedirles disculpas».