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El último óleo. Reproduccción de la obra en la que Javier del Río trabajaba cuando le sobrevino la muerte y que será exhibida en la exposición del CCAI.
Cultura

Javier del Río, un homenaje a tres bandas

El Antiguo Instituto, el Museo Evaristo Valle y la galería Cornión se rinden al artistaA la gran monográfica del pintor y escultor gijonés se suma un homenaje de sus colegas y amigos

PPLL

Domingo, 1 de julio 2012, 14:42

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Llega seis años después de su muerte (14 de abril de 2004), pero será definitivo. El homenaje múltiple que Gijón rendirá a Javier del Río le mostrará en toda su extensión. Como hombre, como artista y como amigo. Tendrá tres sedes, que se irán incorporando paulatinamente al tributo. Primero, el Centro de Cultura Antiguo Instituto (CCAI), en cuya sala mayor ya llevan una semana de montaje, para abrir el próximo miércoles, día 4. Después, dos días más tarde, el 6 de julio, la galería Cornión, entre cuyas paredes mostrarán sus quereres 17 artistas que le recordarán con trazos nuevos u obras que atesoran memorias compartidas. Y, finalmente, el Museo Evaristo Valle, en el que durante meses han estado restaurando la colección de esculturas que mostrarán para mayor gloria del pintor fallecido, que abrirá su particular exposición-homenaje el día 8. Los tres lugares se complementan, aunque solo dos de ellos, los públicos, comparten título, 'La búsqueda de un sueño', y comisario, el crítico de arte de EL COMERCIO, Ángel Antonio Rodríguez, que lleva años buceando en el legado del enigmático creador gijonés. También se ha sumergido en él la licenciada en Historia del Arte Laura Mier, que, bajo la dirección de una de las principales especialistas en su obra, la catedrática Soledad Álvarez, ha culminado ya la primera gran publicación monográfica, en la que se encierra toda la vida de artista de Javier del Río.

Se debe este esperado catálogo razonado al patrocinio de la Fundación Cristina Masaveu Peterson, cuyo presidente, Fernando Masaveu, firmó en marzo de 2011 un convenio con la viuda de pintor, Lupe Rodríguez. También con sus hijos, Tadeo y Alicia, y con la exalcaldesa de Gijón Paz Fernández Felgueroso. Lo folios de aquel acuerdo de colaboración que todos rubricaron fue la antesala del doble proyecto, expositivo y editorial, cuyo único objetivo es la «difusión y mejor conocimiento de la obra completa del artista», presente, por cierto, como todos los asturianos de la nómina principal, en la magnífica colección Masaveu, y en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

El libro, sin embargo, deberá esperar unos días para ver la luz. Será el 20 de julio cuando se presente en público. 16 días después de que el CCAI abra sus puertas a las seis áreas que Ángel Antonio Rodríguez ha llenado de contenido para recorrer la magia que caracterizó a Javier del Río, cuya voz abre el texto del comisario en el catálogo. «El hecho de buscar es ya, por si solo, una gran disculpa para vivir», decía, quien está considerado uno de los creadores más importantes de su generación. Y es su generación, la de mitad de los años cincuenta, una de las más fructíferas de nuestra reciente historia.

Si su voz encabeza el texto, es su rostro el que abre el cuerpo de la exposición, ya que la primera parada será ante sus múltiples autorretratos. Títulada 'El artista' es la puerta a otras cinco áreas que van entrando de lleno en su universo. La segunda es 'La familia'. Allí están no solo su mujer y sus hijos, sino aquellos amigos que componían su círculo más cercano. Algunos de ellos coparán la exposición de Cornión integrada por obras de Pelayo Ortega, Melquiades Álvarez, Amancio, Carmen Castillo, Edgar Plans, Ernesto Knörr, Esteban Prendes, Josefina Junco, José Arias, Mabel, Miguel Mingotes, Pablo Maojo, Ramón Prendes, Reyes Díaz, Bill Basagoiti y Pablo Basagoiti.

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Después vendrán los 'Ecos y homenajes', la zona más heterogénea de la exposición. En ella se citará toda la producción que hace referencias a sus dioses particulares. Estarán todas las influencias atesoradas en años y años de creación. «Podemos descubrir», dice Ángel Antonio Rodríguez, «el color, la rudeza desnuda, la línea gruesa y la ruptura de escalas», así como los difíciles equilibrios que el creador hacía «entre el estatismo clásico, los universos oníricos, el expresioniosmo figurativo o las estructuras metafísicas». Un viaje en el que saludaba «a Piero della Francesca, Rafael, Velázquez, Picasso, Matisse, Modigliani, Miró, Bacon o sus maestros asturianos Piñole, Valle, Aurelio Suárez...».

En un cuarto espacio se darán cita los 'Paisajes de toda su vida', desde los años setenta hasta los primeros 2000, desde su Italia querida a su Asturias natal. Pero no estará Gijón, ciudad a la que se dedica todo el quinto apartado, ya que fue su gran tema en las últimos años de su vida. Para cerrar 'La búsqueda de un sueño' en el Centro de Cultura Antiguo Instituto se han seleccionado una serie de papeles. Dibujos, grabados, cuadernos, fotografías. En total, en la muestra, que obra como matriz de todo el homenaje, se exhibirán 70 pinturas, 15 piezas de piedra, 40 obras en papel y varias referencias documentales sobre su vida y su obra.

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Una vida y una obra que continúan camino hasta Somió, donde el homenaje se hace escultórico. Si en el CCAI se ofrecen algunas piezas referenciales de piedra, el hierro y el acero, sus dos materias elementales, se podrán contemplar en el Museo Evaristo Valle. Allí, se mostrará el mayor compendio técnico y temático de la producción escultórica de Del Río, con un conjunto de 40 obras, incluidas las seis que habitualmenten ocupan los jardines. En palabras de Guillermo Basagoiti, director del museo, «entre todas hablan de la gran tradición escultórica española, a la que respondía el creador al que ahora rendimos homenaje».

Según el comisario, el conjunto permite «admirar su capacidad para combinar metales manejando el soplete e incorporando trozos de tubos y desechos de maquinaria industrial bajo una rica temática figurativa, de guiños sarcásticos como compejos». Pero las esculturas de Javier del Río no son solo las materias que abraza y las maneras a las que llega con sus manos. También son los títulos que se adhieren a la obra como una clave más para entender su fecundo universo, «desvelando intenciones antropomórficas, herencias primitivistras y vivencias poéticas».

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Ahora todo ese universo está, en tres escenarios, a la vuelta de la esquina.

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