Tras el rastro del indiano en Nueva

Los alumnos que cursan Primero de Bachiller en el IES Avelina Cerra, de Ribadesella, se desplazaron en la mañana de ayer hasta la localidad llanisca de Nueva con el fin de acercarse un poco más a la huella del indiano, la que dejaron una parte de aquellos 300.000 asturianos que emigraron a América entre 1850 y 1950. Los chavales llegaron acompañados por dos profesores del departamento de Filosofía: David Fernández y Beatriz Moreta, que además es jefa de estudios. Su intención era la de conocer las casas y empaparse en la biografía de los muchos nuevenses que partieron hacia Cuba y México en el siglo XIX. Y todo ello lo van a plasmar en un libro que llevará por título 'El rastro del indiano'.

Parada obligada fue el hotel Casa de Indianos Don Tomás, la casa que fuera morada familiar del indiano habanero Tomás Buergo Pesquera y que hoy sus nietos, Anuska y José Miguel, han convertido en establecimiento hotelero. Recorrieron la finca y todas las estancias de la vivienda; contemplaron fotografías de época; admiraron suelos y muebles y fueron informados con pinceladas biográficas del conocido indiano que había partido de Nueva en 1885, a la edad de 15 años. Esta es una de las pocas casas de indianos que sigue en poder de sus descendientes.

Pero el recorrido por Nueva fue largo. Acudieron a la carretera de la Estación para ver el chalet de Los Tilos, que fuera vivienda de Adolfo Alonso, y también observaron las casonas de la plaza de Laverde Ruiz. Y bebieron agua en la fuente que en 1893 costeó Andrés del Río Pérez, uno de los pioneros en la emigración hacia Cuba. No dejaron de pasar por la casa natal del poeta Amable González Avín y la vivienda en la que falleció el gran vate asturiano: Pepín de Pría.