Detenido un menor marroquí por cuatro robos con extrema violencia

No dudó en golpear y amenazar a sus víctimas con tal de hacerse con su botín. Llegó incluso a dejar inconsciente a un joven al que empujó violentamente contra la pared para arrebatarle sus pertenencias. Un menor de origen marroquí fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía como presunto autor de al menos cuatro robos con violencia cometidos durante los días pasados en Cimadevilla y la Ruta de los Vinos.

Contaba con numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio y había estado interno en un centro de menores por su amplio historial.

Los robos fueron denunciados en la Comisaría entre el 31 de diciembre y 3 de enero. En todos ellos se apuntaba a un chico de corta edad con rasgos norteafricanos que empleaba una gran violencia para sustraer dinero y teléfonos móviles. Fruto de la investigación, se pudo determinar que se trataba de un joven fichado por la Policía, que fue además reconocido por los denunciantes en las reseñas fotográficas. Fue arrestado y tras prestar declaración pasó en la mañana de ayer a disposición de la Fiscalía de Menores de Oviedo.

«El autor utilizó una violencia desmedida, golpeando con patadas y puñetazos a las víctimas, llegando en una ocasión a dejar inconsciente a una de ellas tras un empujón que le hizo impactar la cabeza contra una pared», explicaron fuentes policiales, que añadieron que «en otro de los robos intimidó con una navaja de grandes dimensiones a una joven pareja que en ese momento paseaba». Hace tan solo una semana otro menor de 16 años fue detenido en La Calzada por hechos similares.

Estafa con líneas de telefonía

Un hombre de 35 años con numerosos antecedentes fue detenido acusado de falsificación de documentos, usurpación de identidad y estafa por contratar una línea de telefonía fija y una de ADSL a nombre de otras personas, a las que les produjo un perjuicio de más de 800 euros.

Dos personas denunciaron que habían cargado en sus cuentas facturas por darse de alta en líneas que no habían contratado. En un caso, le cargaban recibos de una línea de telefonía fija. En otro, la víctima había recibido una carta de una entidad financiera reclamando una deuda por una línea de ADSL a su nombre.