«Aller incumple la ley con los animales abandonados»

Ya son varias las quejas que ha recibido el Ayuntamiento de Aller por no contar con un albergue de animales, por lo que según el PP, «está incumpliendo la Ley de Tenencia, Protección y Derechos de los Animales del Principado de Asturias, que recoge que todos los ayuntamientos están obligados a disponer de un centro de depósito de animales para recoger y mantener los perros y gatos que se encuentren errantes o abandonados».

En este sentido, y ante este vacío legal, el Partido Popular del municipio pide al Consistorio que tome cartas en el asunto: «Llevamos años quejándonos de la falta de protección que tienen los animales que deambulan por el concejo y que, en ocasiones, son atropellados por vehículos sin que los responsables reciban sanción alguna».

Es por ello que el PP, a través del portavoz municipal, Antonio Del Peño, insta al alcalde, David Moreno, a «firmar un convenio con el Ayuntamiento mierense y con la protectora de animales para «su recogida y atención sanitaria».

El portavoz del PP denuncia «la dejadez y la falta de sensibilidad del gobierno local socialista en el municipio, ya que en todos los años que llevan al frente no han sido capaces de cubrir esta necesidad, que es vital para los animales».

Además, Del Peño sostuvo que de no salir el convenio adelante, el Consistorio debería plantearse la necesidad de crear un centro de recogida de animales municipal, que a su vez, daría empleo a un par de personas especializadas. «Supondría más gasto, pero hay que ofrecer ese servicio». Asimismo, indicó que debería ser obligatorio que todos los perros y gatos tuvieran el chip incorporado para evitar así el abandono del animal, que se hace «más notable» en la época estival.

«Balones fuera» en un atropello

Estas declaraciones tienen lugar después del que pasado martes muriera un perro atropellado en la localidad allerana de Felechosa. Varios vecinos de la zona que fueron testigos del suceso se pusieron en contacto con el Ayuntamiento y la Policía Local que, según explicaron, lamentaron no poder hacer nada por el animal «al carecer de recursos». Antonio Fernández, uno de los residentes, apuntó que los agentes que se acercaron al lugar «le dieron agua y se marcharon, dejándolo allí tirado».

En vista de lo ocurrido se puso en contacto con la protectora de animales de Mieres quien, según sus manifestaciones, «echó balones fuera al no ser competencia de su concejo».

Tras pasar un día a la intemperie y malherido, el perro tuvo que ser sacrificado por un veterinario: «Este hecho se podría haber evitado si el Ayuntamiento cumpliese con la ley y tuviese un albergue municipal», lamentaban los vecinos, quienes indicaron que son ellos lo que están continuamente atendiendo y prestando los servicios de auxilio, atención veterinaria y traslados de todos los animales que deambulan por el municipio.