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RAMÓN BARAGAÑO
Sábado, 18 de diciembre 2010, 11:44
E l 6 de marzo de 1918 ocurrió, en las proximidades de Avilés, un luctuoso suceso que conmovió a todos los avilesinos. En la tarde de ese día, a la vuelta de una excursión en automóvil por Salinas y Arnao, falleció en accidente el gran actor Bernardo Jambrina, que estaba a punto de despedirse de Avilés después de haber actuado, con enorme éxito, en el Teatro Iris durante varios días con su Compañía. La noticia corrió como la pólvora y produjo tal impresión que casi llegó a paralizar la vida cotidiana de la villa. Jambrina era muy querido por su simpatía personal y admirado como pocos actores lo habían sido hasta entonces, especialmente entre el público femenino, muy sensible a las extraordinarias cualidades que como recitador de poesía tenía el joven actor.
Su cadáver fue expuesto en el vestíbulo del Iris, donde quedó constituida la capilla ardiente, y por allí desfilaron miles de avilesinos, gentes de la comarca y muchos gijoneses, ya que había estado anteriormente actuando en la villa de Jovellanos, donde también logró enormes cotas de popularidad. El entierro, del que afortunadamente poseemos testimonio gráfico, constituyó sin duda uno de los acontecimientos luctuosos más importantes que se recuerdan en Avilés.
Bernardo Jambrina
Nació en La Coruña, aunque no sabemos exactamente en qué fecha. Dado que falleció el 6 de marzo de 1918 a los treinta años de edad, hay que fijar su nacimiento entre 1887 y 1888. Muy joven aún, se integró en la compañía teatral del gran actor catalán Enrique Borrás, con la que viajó a Cuba en octubre de 1908. En aquella isla alcanzó pronto una gran popularidad, actuó en varias ciudades, mantuvo relaciones con grupos literarios y escribió poemas para diversas publicaciones, como 'Bohemia', 'El Fígaro', 'Letras', 'Eco de Galicia', 'La Noche', 'Galicia' y otras. Su drama 'La tragedia del amor' logró un enorme éxito de crítica y público, y parece que publicó en 1913 un folleto con su poema en gallego 'Renacimiento'. Ese mismo año fue redactor del diario 'La Lucha' y colaboró con frecuencia en su suplemento literario dominical.
Cuando la compañía teatral de Borrás regresó a España en 1909, Jambrina permaneció en Cuba, donde estaba asentada una gran colonia gallega. A partir de 1914 realizó una gira por varios países hispanoamericanos (Colombia, Chile, Venezuela, Nicaragua, Perú.), donde actuó con éxito en los principales teatros. El dramaturgo colombiano Antonio Álvarez Lleras escribió para él la obra titulada 'Alma joven', de la que dice en su autobiografía: «Me la representó Bernardo Jambrina, aquel famoso actor español a quien todos mis contemporáneos recuerdan, en especial porque fue el mejor y más personal de los recitadores que hayamos oído en Bogotá. ¿Quién puede olvidar su magistral interpretación de 'El nocturno', la sin igual de la 'Marcha triunfal' de Rubén Darío? Jambrina venía acompañado de la notable actriz Evangelina Adams. Nadie como ellos ha logrado interpretar la 'Canción de cuna' de Martínez Sierra ni las obras de los Álvarez Quintero.».
En 1917 decidió regresar a España para intentar triunfar en los escenarios de su patria como actor y recitador de poesías. Formó una notable compañía teatral en la que figuraban la primera actriz asturiana Margarita Robles, las actrices Eloísa Muro (su esposa), Vigo y Alpuente, y los actores Novajas, Martiánez, Navarro, Indarte y César Muro (su suegro). Tras hacer su presentación en Valladolid, pasaron a continuación al Teatro Robledo, de Gijón, donde lograron un arrollador éxito y prolongaron las funciones durante varios meses, concretamente hasta los carnavales de 1918. Allí comenzó Jambrina a lograr una popularidad tan enorme como la que alcanzan hoy algunos actores y cantantes que son esperados a la llegada y a la salida de sus actuaciones por miles de admiradores, aunque en aquellos tiempos todavía no estaba de moda firmar autógrafos.
Jambrina en Avilés
Desde Gijón la compañía pasó a Avilés, donde iban a ofrecer ocho actuaciones. El debut tuvo lugar en el Teatro Iris, el 20 de febrero de 1918, con la comedia 'El adversario', que alcanzó un notable éxito, y especialmente Jambrina, que logró cautivar al numeroso público recitando de forma magistral, al término de las funciones, composiciones poéticas suyas y de otros autores. Ante la memorable acogida, la empresa ofreció tres nuevas representaciones más.
Eloísa Muro, la esposa de Jambrina, no había podido actuar en Gijón porque se hallaba en avanzado estado de gestación, por lo que a los pocos días de la llegada a Avilés dio a luz un niño que fue aquí bautizado. Este afortunado hecho hizo que el joven actor fuese aún más conocido y apreciado por los avilesinos. Así pues, a sus treinta años de edad y en pleno éxito como actor, recitador y poeta, Jambrina tenía previsto continuar sus actuaciones por varias localidades del Cantábrico y después ir a Galicia. En Avilés sólo quedaba pendiente la última actuación correspondiente al 6 de marzo, tras la cual la compañía abandonaría nuestra villa, pero el trágico destino de Jambrina iba a truncar todos sus planes.
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