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Trazado de la autopista de alta montaña del Huerna. :: AFP
El Huerna es la autopista más peligrosa
Asturias

El Huerna es la autopista más peligrosa

Fomento reconoce en un informe anual que Aucalsa invierte en conservación uno de cada cuatro euros recaudados en peajes El riesgo de sufrir un accidente grave es tres veces superior al del resto de concesionarias

R. MUÑIZ

Viernes, 17 de diciembre 2010, 09:51

La del Huerna es la segunda autopista de pago más cara, la más peligrosa y la que obliga a su concesionaria a incurrir en mayores gastos para operar. Así lo constata el informe 'El tráfico en las autopistas de peaje. Año 2009', una radiografía del sector que el Ministerio de Fomento acaba de editar y en el que la AP-66 León-Campomanes aparece como un cúmulo de excepciones.

Lo es en materia de seguridad. Durante el pasado ejercicio la empresa Autopista Concesionaria Astur-leonesa S. A. (Aucalsa) contó el paso de 3,6 millones de vehículos. Las horas punta se centran entre las 11 de la mañana y las cinco de la tarde. Por días de la semana, el viernes y el domingo se llevan la palma y, en cuanto a meses, agosto es de lejos el mes con mayor cantidad de circulaciones. Semejante caudal fue interrumpido en 21 ocasiones por accidentes graves. Los infortunios dejaron 58 víctimas, tres de ellas mortales.

Es una siniestralidad que ha obligado a los técnicos de Fomento a elevar el índice de peligrosidad (Ip) del Huerna a 20,17 puntos. La cifra es el resultado de una compleja fórmula matemática que homologa la accidentabilidad de cada vía de alta capacidad atendiendo a su número de usuarios y la longitud de cada calzada. Tras aplicarle el mismo cálculo al resto de autopistas de pago, resulta que la AP-66 lidera con mucho la clasificación. La segunda, la AP-7 Montmeló-Papiol, se queda en 11,62 puntos.

El promedio de peligrosidad de las autopistas españolas de pago es de 6,09 puntos, lo que revela que el conductor que circula por el Huerna tiene tres veces más posibilidades de sufrir un accidente grave que los usuarios del resto de vías.

La monografía de Fomento permite valorar este dato con perspectiva histórica. Desde que la concesión entró en servicio, en agosto de 1983, los índices de peligrosidad del Huerna siempre han estado por encima de la media, algo atribuible tanto a las inclemencias que azotan la infraestructura como a su diseño, marcado por curvas y pendientes pronunciadas que desaconsejan una conducción continuada a 120 kilómetros por hora.

Sin embargo, cabe otra conclusión. En los años 80 se podían contar hasta cinco autopistas de explotación privada que entraron en servicio antes que la AP-66 y que además mostraban peores índices de peligrosidad. Todas han mejorado sus prestaciones hasta reducir su Ip media desde los 33,1 puntos de entonces hasta los 8,5 actuales. Durante el mismo tiempo, el Huerna sólo ha progresado desde los 32,4 puntos de aquella década hasta los 20,17 de 2009.

Son datos duros para una concesionaria a la que se le va un auténtico capital en el mantenimiento de la AP-66. Según el ministerio, la concesionaria recaudó el pasado año 41,9 millones (sin IVA), 8,2 a través de telepeajes. De estos recursos, la empresa destinó 11,5 millones para cubrir las inversiones en conservación de la pista. Es decir, Aucalsa destina el 27,4% de sus ingresos al mantenimiento de la infraestructura, lo que representa algo más de un euro por cada cuatro que pagan los conductores. El resto de concesionarias sólo ceden un 10,2 % de sus fondos en la misma operación.

Un peaje de invierno

Para Aucalsa, el hecho diferencial es que la suya es una autopista de alta montaña, lo que le obligó en 2009 a gastar 3,2 millones en viabilidad invernal, el mayor desembolso del país en este concepto. Además de la lucha contra las nevadas, arreglar sus daños mediante firmes flexibles impuso otra factura de 4,2 millones.

Ambas partidas hacen que la AP-66 sea la autopista más costosa de sostener. El resto de vías de pago exigen una inversión en mantenimiento de 59.730 euros por cada kilómetro de calzada, cuando en el Huerna el esfuerzo se dispara un 149% hasta los 148.630 euros.

Esta circunstancia explica en parte por qué las tarifas de Aucalsa son las segundas más elevadas, sólo superadas por las de la AP-6 (Villalba-Adanero), otra autopista de pago que, por cierto, también usan los conductores asturianos cuando viajan a Madrid. El desembolso que exigen ambos pasos hacen que los asturianos sean los ciudadanos de todo el Norte peninsular que más dinero deben dejarse cuando quieren viajar en coche a la capital del país.

Que el asunto enerva a los usuarios es algo de lo que dan cuenta las reclamaciones tramitadas en las cabinas de Aucalsa. En total, la AP-66 motivó 70 quejas de las que tenga constancia Fomento. La mayor parte (25) protestaban por el peaje, siendo la segunda causa de mayor malestar (15) el servicio prestado.

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