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BERNARDO CANGA Y CARMEN PIÑÁN
Viernes, 23 de julio 2010, 05:26
Un tramo de la calzada que unía tierras de León con la costa gijonésa (Noega o Gigia) por los montes de Pajares y que anteriormente fue la denominada Vía Carisa, o Calzada de La Carisa (pues iba por ese cordal, más elevado que los montes 'payariegos'), conserva aún tramos empedrados cerca del alto del Padrún y también en las proximidades de Olloniego y La Manzaneda; siendo actualmente empleada por los peregrinos que van al Salvador ovetense, dado que esta vía histórica es desde hace varios siglos el llamado Camino de Santiago, por el centro de Asturias (entre Arbás del Puerto y Oviedo). Muy posiblemente esta vieja ruta, en la Edad Media, podía ser la Vía de La Plata en tierras asturianas (tras relegarse a segundo plano la famosa Calzada de La Mesa). Por ello dar un paseo por estos antiguos caminos merece la pena dado su fácil recorrido, ya que esta excursión es pura Naturaleza y Cultura, recorriendo lo que aún queda de una vía histórica que unió durante siglos las tierras castallano-leonesas con la costa gijonesa, por un lado y la costa gaditana por otro.
Esta Vía de La Plata, casi con total seguridad iba, de Puerto de Santa María (Cadiz) o de Isla Canela (Huelva) a Gijón, pasando por Sevilla, toda Extremadura y Castilla-León. Entrando en tierras asturianas primero por el puerto de La Mesa o, posteriormente, por los puertos de La Carisa y Pajares (por este último más modernamente). Algunos restos de esta calzada, en la zona central de Asturias, son, aparte de los citados tramos empedrados, los puentes romanos (o medievales, con base romana) de Puente Los Fierros, Campomanes y Olloniego. En este último lugar el río Nalón se desvió del puente a causa de una riada, hace varios siglos, levantándose en sus cercanías, entonces, el llamado puente del Portazgo (pues se cobraba un diezmo por cruzarlo); citándolo y criticándolo Jovellanos en su célebre 'Diario de viajes'. Junto a él se conserva aún la casa del Portazgo y un mojón señalizador que marca: 'Legua y media a Oviedo' (o sea cerca de 6 kilómetros). En Olloniego, a medio kilómetro del Portazgo, esta el viejo puente romano (o medieval, de base romana), llamado "La Ponte Olloniego", en un lamentable estado de abandono... Junto a él, también en ruinas, esta la antigua fortaleza o palacio de vigilancia de este importante puente; y, en lo alto, el castro o castillo de Tudela, también pequeña fortaleza para vigilancia de la calzada. El paseo montaraz se puede iniciar junto a este puente de Olloniego, para seguir en dirección norteña, por carretera hasta el citado Portazgo. Allí, tras cruzar este segundo (y moderno) puente y contemplar la vivienda que hacía de 'fielato' y el mojon de la 'Legua y media a Oviedo', se sube por senda señalizada (dejando ya la carretera asfaltada, a la derecha) en un tramo empedrado en parte, pero muy cerrado por la vegetación, aunque parece ser que fue oficialmente limpiado hace poco.
Camino de Santiago
Esta senda, repetimos, está marcada como Camino de Santiago, actualmente. Y, tras pequeña subida, se llega cerca de La Manzaneda, a un Centro Reto, ya en la carretera. Tras caminar un tramo sobre asfalto, se toma otra vez la antigua senda, empedrada y con las 'alcantarillas' (o desagües) de la calzada bien marcados. Después de este buen tramo sobre lo que queda de la antigua calzada romana y siguiendo las marcas del Camino de Santiago, llegamos a la población denominada Pico Lancia, o Picu Llancia, al pie del monte de igual nombre (o Picu La Corona, donde había antaño un castro o fortificación defensiva de la vía) y el monte Arnea. En este tramo estaremos en el concejo de Ribera de Arriba. Y, después de otra pequeña caminata por asfalto, llegaremos a otro tramo de la senda empedrado, pasando nuevamente al municipio ovetense, para llegar al punto más alto del recorrido, la Venta del Aire, donde otrora había un afamado mesón caminero (aún queda el caserio). Esta zona era muy visitada hace un siglo por los señores de la capital, por las excelentes panorámicas de la misma.
Desde allí, por camino y pista asfaltada, se baja rápidamente a San Miguel; y, pasando los ríos Ceprosa y Aramil, al lugar de La Venta (otro viejo mesón y molino), siguiendo por Caxigal y La Huertona, hasta La Bolgachina; llegándo a Oviedo por el barrio de San Lazaro (donde había un hospital de leprosos, o malatería), así como la iglesia de Santiago de La Manjoya, muy visitada por los peregrinos, lógicamente, antes de llegar al Salvado. En recorrer todo este itinerario se tardará algo más de un par de horas, a paso suave. Y, si nos sentimos con fuerzas, podríamos seguir paseando por la llamada Senda Verde ovetense.
También merece la pena recorrer el tramo empedrado del alto del Padrún, pero este está aún más abandonado y cerrado por la vegetación.
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