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Vidal de la Madrid y Justo Vilabrille, en la presentación. :: P. UCHA
El pasado conventual de Tabacalera
GIJÓN

El pasado conventual de Tabacalera

El trabajo se ha incluido en los pliegos del concurso arquitectónico que empezará a fallarse el próximo 4 de junio Un nuevo libro redescubre el templo barroco del futuro museo de Cimavilla

M. MORO

Miércoles, 19 de mayo 2010, 05:30

El pasado conventual del edificio de Tabacalera será uno de los aspectos que remarcará el futuro museo, de apertura aún incierta en Cimadevilla, que contará la historia de la ciudad y albergará los fondos artísticos del Nicanor Piñole. Así lo adelantó ayer el concejal de Educación y Cultura, Justo Vilabrille, durante la presentación del libro 'El convento del Santísimo Sacramento y Purísima Concepción del Nuestra Señora de Agustinas Recoletas de Gijón (1668-1842)', editado por Trea y obra del profesor de la Universidad de Oviedo Vidal de la Madrid. El acto tuvo lugar en la Casa Natal de Jovellanos.

La investigación histórica está temporalmente acotada desde la llegada a la villa de la orden religiosa de inspiración franciscana fundada por la llanisca María de Santo Tomé, hasta la transformación del cenobio en fábrica de tabacos durante la desamortización liberal de los bienes eclesiásticos de Mendizábal.

El trabajo tiene como finalidad poner en valor, dentro de la futura instalación museística, la antigua iglesia conventual barroca. «Un conjunto artístico excepcional» del que se han descubierto elementos que estaban ocultos al ojo humano a raíz de las excavaciones arqueológicas realizadas en el histórico edificio. De la Madrid, experto en la época barroca y la Ilustración, aseguró que la visita que realizó para documentarse a la capilla del antiguo convento agustino «fue una de la mayores sorpresas y descubrimientos» de toda su carrera profesional.

«La desnaturalización por el cambio de actividad es lo que ha permitido a esa gran iglesia barroca desconocida permanecer prácticamente intacta hasta nuestros días». Se pudo conservar, remarcó, por su utilidad durante décadas como almacén de tabaco en rama.

Por ese motivo, opinó que el recuperado templo «debe ser una primera pieza de exposición» en ese continente que mostrará a los futuros visitantes la evolución de Gijón a través de las alteraciones sufridas en sus propias paredes. Una evolución que tendrá como punto de partida el pasado romano de Gijón con el aljibe, con capacidad para 60.000 litros, descubierto en el subsuelo del antiguo claustro conventual.

El experto resumió las vicisitudes que rodearon a la comunidad de religiosas que abrió la primera instalación monástica de la Edad Moderna en una villa, por aquel entonces, de 800 habitantes. Entre las curiosidades, comentó que entre 167 y 1684 se gravó cada puchera de vino con un maravedí para sufragar la obra del cenobio de Cimadevilla, que fue objeto de una importante reforma en 1733. El profesor de la Universidad de Oviedo pudo conseguir los dibujos arquitectónicos originales tanto del convento gijonés como del cenobio que las Agustinas Recoletas abrieron en Llanes por la misma época.

47 firmas nacionales

Por su parte, Vilabrille destacó que el trabajo historiográfico de Vidal de la Madrid ha sido incluido en el pliego del concurso arquitectónico de Tabacalera que empezará a fallarse el próximo 4 de junio. El jurado, que deberá elegir a una de la 47 firmas nacionales que se han presentado a la convocatoria municipal, estará integrado por cuatro arquitectos y una persona adscrita al Ayuntamiento. El edil de Cultura recodó también que el Ayuntamiento pretende convertir la antigua fábrica de tabacos en equipamiento cultural desde 2003. Un trabajo que aventuró como «lento y complicado» por la exigencia de «afrontar una inversión de 17 millones de euros que, en las circunstancias actuales de crisis, no es el mejor momento».

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