Borrar
La villa amurallada de Avilés y el pueblo de Sabugo en el siglo XIV. / DIBUJO DE MIGUEL SOLÍS SANTOS
La cerca de Sabugo
PLIEGOS DEL ALFOZ

La cerca de Sabugo

RAMÓN BARAGAÑO

Sábado, 6 de marzo 2010, 04:10

El vocablo «cerca» significa en su primera acepción, según el Diccionario de la Real Academia Española, «vallado, tapia o muro que se pone alrededor de algún sitio, heredad o casa para su resguardo o división». En muchas ocasiones se usa incluso como sinónimo de muralla; así, en muchos documentos antiguos se habla de la cerca de Oviedo, por ejemplo.

Conocemos bastante bien la existencia de la muralla bajomedieval de la villa de Avilés, cuya construcción se inició a finales del siglo XI o comienzos del XII y concluyó a fines del XIII o principios del XIV. Se trataba de un muro defensivo en piedra, con torres y cinco puertas de acceso, con un perímetro de unos 800 metros y albergaba en su interior el núcleo urbano de Avilés, que por aquellos años fue el principal puerto de Asturias y la segunda localidad más importante, después de Oviedo. Esta muralla permaneció en pie hasta principios del siglo XIX, en que fue derribada para favorecer la expansión urbanística de la villa.

Al norte de Avilés, separado por el río Tuluergo y las marismas de las Aceñas, se hallaba el pueblo de Sabugo, documentado desde finales del siglo XII y comunicado con la villa avilesina por un puente que salvaba el cauce del río. Según Juan Ignacio Ruiz de la Peña, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, Sabugo no es un arrabal o prolongación suburbana de la villa, «sino que los dos núcleos -Avilés y Sabugo- nacen y se consolidan simultáneamente y con cierta autonomía -aunque con una única personalidad jurídico-pública- documentándose ya el de Sabugo como independiente de la villa de Avilés a fines del siglo XII». Aunque no hay demasiados datos sobre el urbanismo del Sabugo primitivo, todo parece indicar que guardaría mucho parecido con la sencilla estructura que figura en los documentos posteriores: dos calles paralelas, la de Delante (actual de la Estación) y la de Detrás (actual de Bances Candamo), unidas entre sí por la calle de Enmedio (actual de Carreño Miranda), más la pequeña plaza de la iglesia (hoy del Carbayo).

Este núcleo habitado por pescadores y gentes de la mar, que contó con astilleros para la fabricación de barcos, no consta que tuviera algún tipo de cerca o muralla para ninguno de los autores que han escrito sobre la historia de Avilés. Sólo muy recientemente el arqueólogo avilesino José Jorge Argüello Menéndez lo ha planteado en su interesante libro "Abillés" (Palma de Mallorca, 2009), en el que propone una visión renovadora del Avilés medieval. Argüello apunta como prueba tres documentos de los años 1488 y 1490, en que se habla de «la cerca de Sabugo», la puerta de entrada desde el puente sobre el Tuluergo y «la puerta del Fresno que es en Sabugo». Esta última puerta parece ser que se encontraba en la unión de la hoy llamada plaza del Carbayo con la calle Marcos del Torniello. Y añade Argüello otra prueba gráfica: el dibujo realizado en 1634 por el cartógrafo portugués Pedro Texeira sobre Avilés y su ría, en el que se ven claramente las murallas de la villa y una cerca de menor altura y formato cuadrangular rodeando el pueblo de Sabugo.

Hay que advertir que Pedro Texeira, por encargo del rey Felipe IV, recorrió las costas de España y Portugal desde Fuenterrabía (Guipúzcoa) hasta Rosas (Gerona) y posteriormente, durante cuatro años, escribió el texto y dibujó los mapas del llamado «Atlas del rey Planeta» o «Descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos» (1634). Aunque del texto se conservan tres manuscritos, la parte cartográfica se había dado por perdida hasta que apareció casualmente en Viena en 2002, año en que fue publicado completo por vez primera. Este cartógrafo portugués estuvo en Avilés, seguramente en el año 1623, por lo que cabe pensar que su descripción de la ría, de la villa y de Sabugo es bastante fidedigna.

A estas noticias que avalan la posible existencia de la cerca de Sabugo hay que sumar el testimonio que nos proporciona Luis de Valdés, clérigo y escritor nacido en Avilés y bautizado el 12 de septiembre del año 1600, según consta en el archivo parroquial de San Nicolás de Bari (Libro de Bautizados, tomo I, folio 12). Era hijo de Melchor de Valdés, regidor de Avilés, y fue autor de unas «Memorias del arzobispo don Fernando de Valdés». Este manuscrito, redactado en 1622, se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid con el número 11.457, y no fue publicado hasta el año 1978, con el título de «Memorias de Asturias», con edición y prólogo del padre José María Patac de las Traviesas, en la colección Monumenta Historica Asturiensia. A partir del folio 77 de su manuscrito, Luis de Valdés abandona la genealogía y añade curiosas noticias sobre Asturias, las villas y lugares del Principado y la vida en nuestra región a comienzos del siglo XVII. Naturalmente, el clérigo avilesino hace referencia a su villa natal, de la que dice que es «bien cercada, con su fortaleza» (véase "Pliegos del Alfoz", en LA VOZ DE AVILÉS del 26 de octubre de 2009). Y concluye con las siguientes palabras: «Tiene esta Villa por arrabal otra villita cercada, donde viven pescadores y gente que trata de la mar. Llámase Sabugo».

Este testimonio rotundo referido a la cerca de Sabugo tiene enorme importancia, ya que lo aporta un avilesino, buen conocedor del tema que trata. Así pues, es casi seguro que, al menos durante los siglos XV al XVII, Sabugo estuvo rodeado de una cerca de la que desconocemos su altura y sus materiales, y también cuándo desapareció; era más modesta que la muralla de Avilés y carecía de torreones defensivos. La cuestión creo que merece la atención de los arqueólogos.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La cerca de Sabugo