Un camarero escancia un culín en una terraza de Oviedo.

«Estamos más que preparados»

Turismo responsable. Los viajeros buscan «naturaleza y descanso» y Asturias ofrece precisamente eso «con todas las garantías de seguridad»

EUGENIA GARCÍA

Sábado, 27 de junio 2020, 03:06

La semana pasada, el sector turístico comenzó a desperezarse. A descolgar teléfonos de nuevo, a confirmar reservas después de meses haciendo lo contrario. Con incertidumbre y cautela, pero sobre todo alivio, los empresarios turísticos de la región empezaron a ver cómo la cosa se animaba. Ahora confían en que el turismo interno y nacional sepa valorar las ventajas que ofrece este paraíso norteño que hasta en su orografía es contrario a las masificaciones; que ofrece playas casi vírgenes, paisajes de montaña incomparables, una riquísima gastronomía y gentes humildes y hospitalarias.

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El momento es ideal para que aquellos que aún no lo conocen descubran lo que se esconde entre la cordillera y el mar Cantábrico, pero también para que los propios asturianos, que durante el pasado año protagonizaron más de dos millones de viajes y cinco millones de pernoctas en el interior de su propia región, gastando 132 millones de euros, sigan disfrutando de cada rincón del Principado. Es hora de volver a sorprenderse con la riqueza del entorno; de que esas pequeñas escapadas de dos, tres días, en las que apenas una o dos horas de viaje permiten transportarse a un lugar nuevo dentro de lo conocido, se hagan norma. Superado el trauma del confinamiento, la gente quiere sacudirse de encima esos tres meses en casa reencontrándose con la naturaleza. «Preguntan mucho por el entorno, buscan poder caminar y dar paseos -señala Noelia Esteban, presidenta de Casonas Asturianas-. Quieren aire libre para poder descansar». Y eso es precisamente lo que Asturias ofrece, además, «sin masificaciones». Esa conjunción perfecta hace esperar, añade Esteban, «un verano relativamente bueno, quizá con una ocupación más baja, e incluso una temporada más larga de lo habitual, ya que hay mucha gente que se acaba de incorporar al trabajo y no podrá coger vacaciones en los meses habituales». Asturianos y españoles tienen ganas de salir; el sector está ansioso y les recibirá con los brazos abiertos, pero guardando las oportunas distancias de seguridad. «Tenemos muchas ganas de arrancar. Necesitamos esa adrenalina de la gente».

Julio será un mes «de prueba, de ir poco a poco y si la cosa va con seguridad, a lo mejor en la segunda quincena se anima más la cosa», anticipa por su parte Fernando Corral, experto en hotelería y vicepresidente de Otea. Lo ratifican las reservas, que repuntan a partir del 15 de julio y se consolidan en agosto, llegando hasta las primeras semanas de septiembre. Eso sí, parece claro es que este verano habrá muchas más reservas de última hora que de costumbre, ya que «la gente aguardará expectante a comprobar cómo avanza todo antes de confirmar sus vacaciones».

«El destino ideal»

Garantiza Ana Soberón, portavoz de la Mesa de Turismo de Fade y presidenta del Clúster Rural, que «estamos más que preparados para recibir a los visitantes, sean de Madrid o de Gijón, con todas las medidas de seguridad». Piden, eso sí, la misma responsabilidad que ellos se exigen tanto al turista como al ciudadano. «Somos los primeros interesados en que no haya ningún contagio». Coincide Cristina Cueto, de Apartamentos Turísticos Capua, quien señala para la tranquilidad de los turistas que «los protocolos son leoninos, más estrictos que en cualquier otro sector». Ramón Álvarez, presidente de la Asociación de Campings de Asturias, resume así el sentir de un sector que confía en remontar: «Veo mucho optimismo entre la gente, ganas de salir y disfrutar».

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