Un juego de niños

'FIFA', 'Call of Duty', 'Smash Bros', 'Pokémon'... Los espacios dedicados a los videojuegos de moda triunfaban entre los jóvenes, pero también lo último en tecnología. «Nos hemos quedado flipando con las impresoras 3D y con los drones», contaban Dylan Hernández y Ángel Sandoval, alumnos de FP de la localidad cántabra de Renedo de Piélagos. Les ha quedado pendiente probar las gafas de realidad virtual, así que no descartan volver durante el fin de semana.

Quienes sí tenían claro que repetirán eran Gabriel y Héctor, alumnos de quinto del colegio San Miguel de Gijón. No recuerdan haber visto antes una de las emblemáticas máquinas arcade, pero se desenvuelven con el 'Street Fighter' como si las conocieran de toda la vida. «Nunca habíamos jugado antes con una de estas y nos encanta», explicaron mientras juegaban una partida tras otra. Los clásicos son una de las estrellas que repiten en esta edición, y suelen gustar más a nostálgicos padres que a jóvenes.

Los más pequeños también tienen su lugar en el FIMP. Alumnos de preescolar de varios centro de Gijón disfrutaron por la mañana de una visita guiada en la que, a través de talleres, descubrían las últimas novedades en videojuegos educativos. Porque la diversión y las nuevas tecnologías no están reñidas con el desarrollo personal.

Pero el FIMP no ha hecho más que empezar. Esta gran cita con las nuevas tecnologías llenará de diversión durante todo el fin de semana el pabellón central del Recinto Ferial Luis Adaro de Gijón. Son 6.500 metros cuadrados dedicados al ocio más innovador en el que hay espacio para todo en el mundo de los videojuegos. Maquinas arcade, recreativas, drones, robótica, talleres, charlas...

Las entradas para no perdérselo están a la venta en las taquillas del recinto ferial. Aquellos que hayan adquirido bonos o pases a través de Oferplan, tienen que canjearlo en esas mismas taquillas. El acceso diario cuesta tres euros para los adultos y 1,50 para niños a partir de 5 años. La entrada al recinto es gratuito para los menores de 5 años. Ha llegado la hora de pasárselo bien, y es un juego de niños.