IA en publicidad: ¿Una aliada o una amenaza para la creatividad?

La inteligencia artificial es una de las tecnologías más disruptoras que ha visto la humanidad, y uno de los campos donde está dejando más huella es en el de la publicidad. La IA ha revolucionado la comunicación de las marcas con los consumidores ha irrumpido con fuerza en la industria publicitaria, revolucionando la forma en que las marcas se comunican con sus audiencias.

Automatiza, agiliza y hace una gran cantidad de tareas que hasta ahora exigían la participación del ser humano. Pero a su vez ha elevado el debate: ¿está la IA limitando el potencial de la publicidad? ¿Está haciendo que la creatividad poco a poco caiga en decadencia por la rapidez y la comodidad que ofrece?

Es cierto que facilita multitud de cosas, y que cada vez hay más herramientas que la usan, como Mailrelay, la plataforma de mailing con la mayor cuenta gratuita del sector. Esta marca, que lleva décadas trabajando en el campo del mail marketing, y que ofrece servicio de atención gratis a todos sus clientes, junto con SMTP con estadísticas y API de desarrollo, ha integrado la IA en su editor. ¿Y qué nos dice esto? Que la IA no ha llegado para quitar, sino para añadir en el mundo de la publicidad y el marketing.

IA en publicidad: un cambio de paradigma

Es innegable. La inteligencia artificial ha cambiado radicalmente el marketing digital. Esta tecnología puede tomar decisiones en tiempo real con un grado de precisión sorprendente y con una rapidez total, automatiza los análisis de datos junto a otras miles de tareas. Ha cambiado por completo la forma de trabajar en estrategias publicitarias.

Automatización y segmentación

Uno de los principales usos de la IA en el ámbito de la publicidad es el de la automatización de anuncios. Plataformas como Google Ads y Meta utilizan algoritmos que ajustan la ubicación, el presupuesto y el contenido de los anuncios según el comportamiento y preferencias del usuario. Esto permite una segmentación mucho más precisa y una optimización continua sin necesidad de intervención manual

¿Creatividad real o artificial?

Aquí entra uno de los puntos conflictivos del uso de la IA en el ámbito de la publicidad y/o el marketing: la creatividad. La IA generativa, como ChatGPT y DALL-E, puede escribir textos publicitarios, generar imágenes y hasta producir videos promocionales en cuestión de segundos. Muchas marcas se han llegado a preguntar si realmente es necesario tener un equipo creativo teniendo una tecnología capaz de abarcar la labor de cientos de personas. ¿Y cuál es el camino a seguir?

El dilema creativo: IA vs. humanos

El punto anterior es el que ha desatado más debate en lo que respecta al uso de la IA en el ámbito publicitario. ¿Son las campañas generadas con IA algo realmente creativo o se está automatizando algo que, hasta cierto punto, va ligado al arte?

La estandarización del contenido

Depender demasiado de la inteligencia artificial hace que el contenido sea cada vez más similar, provoca una especie de homogeneización. Los algoritmos al final trabajan con datos que ya existen y eso hace que generen respuestas muy parecidas. Si trasladamos esto a la creación de anuncios, puede provocar que todos acaben siendo parecidos, perdiendo la sorpresa y la originalidad por el camino.

El valor del toque humano

A pesar de su capacidad para generar textos y diseños atractivos, la realidad es que la IA no puede replicar aspectos como la intuición, la empatía o la sensibilidad de un creativo humano. Son elementos clave para conseguir campañas que realmente funcionen, que logren dar forma a una publicidad realmente memorable. Porque al final el marketing no es solo datos, también es conexión, emoción.

Convivencia entre IA y creatividad humana

En lugar de ver la IA como una amenaza, la realidad es que puede ser una herramienta ideal si se le sabe dar el uso adecuado. Es perfecta para segmentar, incluso para realizar brainstorming o para dar recomendaciones, pero nunca debe reemplazar al 100% a la mano humana. La creatividad es algo innato de las personas.

Por eso, puede haber una convivencia entre ambos mundos. La IA se puede usar para segmentar audiencias a las que después se les diseñe un mensaje concreto ideado por una mente humana.

También es importante que haya supervisión en la labor de la IA, porque los algoritmos no deben fallar, pero el margen de error está ahí, y los equipos tienen que asegurarse de que los resultados son correctos para poder utilizarse de cara a campañas.

Y sí, incluso se pueden aprovechar recursos creados con una IA generativa para tener esbozos o ideas aproximadas de lo que se quiera hacer. Sin embargo, nunca deben ser el resultado final. Para que una estrategia de marketing funcione de verdad, debe haber una coordinación de ambos elementos. Aunque eso dice mucho de la IA, ya que en muy poco tiempo se ha convertido en un pilar casi imprescindible.