Musk se encierra con sus trabajadores más fieles y abre la puerta a la vuelta de Trump a Twitter

Elon Musk parece ir de polémica en polémica y encontrarse cómodo en ese terreno. Sus últimos movimientos no dejan de sembrar la sorpresa entre los usuarios de las redes sociales. Esta semana 1.200 empleados de la plantilla de Twitter dimitían en masa contra su peculiar forma de dirigir la empresa y muchos de sus usuarios auguraban ya el fin de la red social, pero el magnate no parece inmutarse y sigue adelante con sus planes. Tras hacerse con la tecnológica por 44.000 millones de dólares, decidió prescindir de 3.700 de sus trabajadores.

Este miércoles Musk advertía a la plantilla de que tendrían que trabajar «de forma extremadamente dura». «Sólo un rendimiento excepcional se considerará suficiente», aseguró, dando un plazo de 36 horas para que cada cual decidiese su permanencia en la empresa. La pasada noche, el excéntrico multimillonario se reunió con sus empleados más afines en la sede de San Francisco, donde se encerró con los programadores informáticos. Como cada paso que da el dueño de Tesla, las pruebas del encuentro están en el propio Twitter. Con el mensaje «Acabo de dejar la revisión del código de Twitter HQ», Musk adjuntaba tres imágenes de esta particular reunión.

Unas horas antes de esto, Musk lanzaba otro órdago: tuiteaba una encuesta en la que proponía la vuelta del expresidente estadounidense Donald Trump a la red social, de la que fue expulsado en 2021 por «incitación a la violencia». El sondeo ya supera las 13 millones de participaciones, con un resultado, por el momento, del 52% a favor del regreso de Trump. «Vox Populi, Vox Dei», añadía Musk a su publicación. Disfrutando de su propio éxito hace apenas unas horas que ha iniciado la cuenta atrás para terminar con el proceso: «¡Fascinante ver la encuesta de Trump en Twitter!», tuiteaba.

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