Si mal empleamos la expresión, la trayectoria profesional y el número de puestos ocupados por Roberto Álvarez Cadavieco 'Rori' (Oviedo, 1990) es inversamente proporcional a su edad. En solo 30 años «y medio» y siempre fuera de España ha sido responsable de media docena de empresas, y en cada una de ellas ha demostrado su capacidad de aprender, enseñar y liderar. Charlamos con un emprendedor nato, apasionado de lo digital, que lleva en la sangre «el valor del negocio» y que regresa a su Asturias dispuesto a «crear impacto positivo» desde su región.
-Fulgurante trayectoria. ¿Cuál es la clave del éxito?
-Las ganas de salir de mi zona de confort. Mi inconformismo a la hora de buscar retos y crecimiento. Lo que se trata al final es de generar confianza en gente clave que te cruzas a lo largo de tu carrera. Nunca me esperaba que me ofrecieran ser director general de Groupon en Latinoamérica con 27 años, una empresa que facturaba 700 millones de dólares. Es cruzarte con la gente adecuada en el momento adecuado y estar preparado para ello. Siempre hay una pizca de suerte, pero hay que trabajarla.
-¿Es el emprendimiento el mejor punto de partida profesional para un egresado?
-Todos los caminos son válidos y depende de las aspiraciones de cada persona. Mi mentalidad siempre ha sido la del emprendimiento, pero no empecé así. Empecé con prácticas en Groupon y ahí me oriento al mundo digital y me voy a Tailandia. No lo hago como emprendedor como tal, pero sí supuso emprender a través de una incubadora de empresas de internet. Llego allí sin cobrar nada, a aprender y a adquirir el mayor de los conocimientos posibles para poder emprender y montar mi propia 'startup'.
-Y con esa mentalidad emprendedora, ¿se nace o se hace?
-En mi caso, desde pequeño he escuchado mucho en mi casa el valor del negocio, tanto por parte de mi abuelo como de mis padres. Pero a veces es por mentalidad y otras por necesidad, y de eso me di cuenta en México. Es apasionante. Siempre creí que en Asturias éramos bastante conformistas y cuando llegué allí vi la cantidad de asturianos que por la guerra civil tuvieron que emigrar y para poder vivir dignamente se hicieron emprendedores o empresarios allí.
-¿Por qué modelo de emprendimiento apuesta?
-Soy emprendedor porque tengo una misión en la vida que es irme de este mundo dejando una huella. Y eso no significa ganar un montón de dinero, sino ver qué problema existe que yo pueda resolver con la tecnología que tenemos hoy en día, y tenga una oportunidad de ser exponencial a corto plazo. Que no sea un negocio super de nicho en el que solo pueda ayudar a 100 o 500 personas sino que sea un problema más general que pueda resolver de forma masiva.
-¿Estamos ante un buen momento para emprender?
-Cualquier momento es bueno. Los grandes empresarios han hecho fortunas en momentos de crisis. Nosotros vendimos la empresa (Grin Scooters / Grow Mobility)en febrero y me quedaba de director general, pero en mayo viendo la crisis decidí dar un paso al lado. Lo hice creyendo que iba a tener oportunidades de crear cosas interesantes y me enfoqué hacia la educación 'online'. El coronavirus nos enseñó que universidades, colegios o centros formativos han tenido que pasar a una educación en línea y ahora se presentan grandes cambios en la sociedad que traerán grandes posibilidades.
-Y aquí llegamos a su proyecto digital en Asturias, esa TOP-E University. ¿Cómo se plantea?
-Tanto mi socio (Pablo González) como yo creemos que para estudiar y hacer un máster no merece la pena gastarse miles de euros o dejar de trabajar uno o dos años. Por eso vimos la oportunidad de ayudar a gente que o no tenga capacidad económica para afrontar unos estudios de calidad o no tenga tiempo. Decidimos crear una universidad 'online 'donde aprendemos a través de la experiencia de grandes emprendedores o directores de empresas que te enseñan un año en clases de 20 minutos.
-Hablas de universidad o de máster. Y la pregunta que me viene a la cabeza es ¿qué certificación se va a obtener?
-Lo que sacas al final del año es el aprendizaje del ejemplo recibido. No nos preocupa el tema del certificado público. No intento ir a por gente que busca encontrar un trabajo después de los estudios para ser funcionario. Vamos a por gente que quiere mejorar personal o profesionalmente, aprender de los mejores y pertenecer a una comunidad diferente donde hay muchos con sus mismas necesidades y que se enfrentan a problemas similares. Sales con ese certificado avalado por nuestros profesionales, aunque estamos negociando tener uno oficial de la Unión Europea.
-Es algo así como empezar aprendiendo por la práctica en vez de por la teoría.
-Creemos que la gente tiene que aprender a aprender. ¿Cómo? A través del ejemplo de otras personas, de sus éxitos y fracasos.
Objetivo: una desarrolladora de empresas de internet
La primera generación de la TOP-E University comenzará a formarse el 22 de febrero: 500 alumnos en los primeros tres meses, para llegar a 10.000 en el primer curso. Serán cursos de 10 a 14 meses, de 20 minutos al día con un 80% de clases pregrabadas para el mercado latinoamericano. En el proyecto trabajan 22 personas, pero a fin de año serán 50. Entre los 'speakers', Jonathan Lewy (director del fondo de venture capital Investo); Lucas Balcells (director de Nike México) o Didier Quiroz (500 'startups', fondo e incubadora más grande de EE UU y LATAM). 'Rori' espera que sea el «primer caso de éxito» de una desarrolladora de empresas de internet con la que pretende crear cinco compañías digitales al año «que puedan tener alto impacto».
-¿Asturias facilita este lanzamiento?
-Asturias tiene muchas cosas buenas: un lugar para vivir espectacular, calidad del servicio, conocimiento... Si ofrecemos servicios digitales creados desde Asturias para exportar al mundo podemos llegar muy lejos. Al final tanto la capacidad profesional como las ganas de salir adelante hacen de esta región un lugar idóneo para aprender, emprender o atraer empresas globales con sus sedes aquí, como es el caso reciente de Amazon.
-¿No hay nada en contra?
-Gente muy pesimista. Cuando decidí volver muchos me dijeron que qué iba a hacer aquí, que me quedaba mucho por crecer fuera y que acabaría volviendo a irme. Tenemos que cambiar esa mentalidad, tener la visión positiva que hubo en el País Vasco y Cataluña, y ponernos metas a corto, medio y largo plazo. También debe existir más diversidad porque los asturianos somos demasiado asturianos. La diversidad de culturas, la internacionalización y el ser más globales te da una riqueza importante. Las empresas de aquí no son diversas.
-¿Qué hará para cambiar esa mentalidad?
-Me da pena que solo se mire a corto plazo, cómo coger una subvención y sacar jugo. No se mira cómo crear empleo, ofrecer oportunidades y llegar a una empresa con perspectivas de futuro. Hay que construir ese ecosistema emprendedor, dar oportunidades a la gente joven y menos joven con ganas de trabajar. No es un tema de ganar dinero, sino de crear impacto positivo y si lo creas en diferentes personas, al final el dinero llega.
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