La iluminación convertida en 'saluz'

Normagrup Technology es una empresa modelo. 100% asturiana, ha crecido con sus propios recursos, jamás se ha endeudado, posee el liderazgo en el mercado español de alumbrado de emergencia y es uno de los fabricantes europeos más innovadores. Una intachable carta de presentación que completa con una estrecha relación con la Universidad de Oviedo, especialmente con la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, y con centros tecnológicos como Idonial. Además, su mano de obra es mayoritariamente asturiana (universitarios y técnicos superiores de FP) y sus alianzas preferentes se hacen con otras empresas del Principado.

La compañía que Aurelio González Soriano creaba en 1988 ha ido creciendo a un ritmo vertiginoso que ni la crisis de 2008 logró frenar. Para entonces, ya en el Parque Tecnológico de Asturias en Llanera, encabezaba el mercado nacional (alcanzó ese primer puesto en 2006 superando el millón y medio de unidades de alumbrado de emergencia vendidas). Una situación privilegiada que les permitió revertir el momento, convirtiendo la crisis en oportunidad. Su reinvención fue merced a la incorporación de nuevos mercados, con la compra de filiales, y de nuevos productos. Así, tras el alumbrado de emergencia (Normalux), llegaron los sistema para detección de incendios (Normadet), la iluminación técnica y arquitectónica (Normalit), y la fabricación de sistemas técnicos hospitalarios (Norclinic).

¿Cuál es la gran clave para tal éxito? La innovación, aplicada no solo a productos sino también a procesos de fabricación. «Nuestro departamento de ingeniería desarrolla las automatizaciones y robotizaciones capaces de mantener unos procesos que nos aportan la máxima productividad y calidad», explica el director general de Normagrup Technology, Mikel Jaureguizar. Además, la mayoría de esos procesos productivos y los test de calidad son automáticos, «lo que elimina el error o la decisión humana». En su haber se encuentran hitos como haber sido el primer fabricante en emplear los led para iluminación en España (2008) o en desarrollar los equipos DALI, el estándar de comunicaciones en iluminación «y que ahora es una parte fundamental de nuestro crecimiento».

Esa visión innovadora se tradujo pronto en la creación de un departamento de I+D para el desarrollo de diseños propios. Fue en el año 1995, tras tres años de estrecha colaboración con el Área de Tecnología Electrónica de la EPI. Ese departamento, que ya cuenta con 13 personas, «nos ha permitido mantenernos en la vanguardia tecnológica tan necesaria en los productos con un fuerte componente electrónico.

La última andadura de Normagrup Technology busca «mejorar la experiencia que tienen las personas con la luz artificial. Hay mucho desconocimiento sobre cómo afecta a la vida y a la salud», apunta Jaureguizar. Así nació 'Saluz', un proyecto que piensa en la influencia de la iluminación en el bienestar de las personas. Un trabajo que forma parte de la 'Room 2030: la habitación del futuro', liderada por ArcelorMittal, y en cuyo consorcio de empresas innovadoras se integra Normagrup.

'Saluz' incide sobre tres patas: el 'flickering', la reducción de la radiación lumínica por debajo de los 450 nanómetros y el ritmo circadiano. Por partes. En el primer caso, el del 'flickering', la empresa invierte «tiempo y dinero» para mejorar el diseño y reducir el denominado 'efecto parpadeo' por debajo del 8%. Una mejora casi imperceptible, pero con un efecto muy beneficioso para la salud. «Cuando compras una luz y cuesta poco, preocúpate. Hay que destinar dinero para mejorar esa relación con la luz que puede ocasionar problemas como mareos o dolores de cabeza», explica. Un sistema, el del bajo 'flickering' de Normagrup, que ya se emplea en colegios de Galicia «que se han preocupado de que la iluminación sea lo más favorable posible para los niños».

El siguiente objetivo de 'Saluz' es reducir la radiación lumínica por debajo de los 450 nanómetros, una frecuencia que llega a dañar las células retinales. En este sentido, Normagrup desarrolla junto al Instituto Oftalmológico Fernández-Vega un proyecto de I+D, subvencionado por el IDEPA, en el que se prueban «distintos filtros para reducir al máximo el pico de luz azul de los led. Se analiza qué franja del espectro de luz perjudica y cuál es beneficiosa».

La tercera y última rama del proyecto saludable está relacionada con el ritmo circadiano. «En 'Saluz' intentamos seguir el ritmo del sol. Nuestra luz artificial va cambiando automáticamente el color siguiendo la luz solar. Están sincronizados con el sol y favorecen la generación de melatonina igual que si estuvieras en el exterior».

En Room 2030, además de estas soluciones saludables, la compañía integra la plataforma Normalink, que permite controlar la luz desde cualquier dispositivo portátil como teléfonos o tablets.

Pero 'Saluz' no es el único proyecto de I+D que Normagrup Techonology tiene en marcha en el ámbito del bienestar. Junto a la Facultad de Medicina, están en desarrollo luminarias para la detección precoz del cáncer de mama.

«Las pruebas a las que se someten las mujeres usan rayos X y lo que pretendemos es evitar tanta exposición a los mismos. Buscamos una luminaria que haga una especie de filtro previo y, a partir de él, decidir si realmente es necesaria esa mamografía. Es un proyecto muy interesante», comenta.

La Universidad de Oviedo es una de las fuentes investigadoras de la empresa que dirige Mikel Jaureguizar. Cada año, desde hace casi 30, tiene proyectos de I+D en común con la EPI de Gijón «que nos han permitido incorporar tecnologías innovadoras y personal con una formación adecuada a nuestras necesidades». De hecho, muchos de los ingenieros de Normagrup, incluído el propio director general, proceden de la escuela gijonesa. Y en esta línea, ¿qué perfiles precisa Normagrup? Variados. El desarrollo de IoT (Internet of things), apunta, exige más ingenieros y técnicos informáticos. La automatización y robotización de procesos piden expertos en mecatrónica. Ademas, «comercializar un producto requiere de formación técnica específica para hacer creíbles los productos y soluciones de una empresa». Y también se requieren técnicos para el mantenimiento de equipos eléctricos y electrónicos. En definitiva, «la realidad es que cada vez se necesitan menos operarios sin formación y más técnicos superiores».

Al binomio empresa-universidad, Mikel Jaureguizar incorpora también al Principado para crear un triángulo que tire de la economía asturiana. «Vivimos en una región en la que el tejido productivo se basa fundamentalmente en grandes empresas en sectores poco dinámicos. Ha sido un acierto el apoyo y desarrollo de muchas empresas del sector TIC, pero se necesitarían más polos que impulsen la región. Hay que buscar la especialización y nos consta que el Gobierno regional está haciendo esfuerzos para impulsar polos industriales basados en I+D, innovación y sostenibilidad», concluye el director general de Normagrup Technology.

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