Matemáticas o Física: análisis, abstracción y pensamiento crítico

«¿Por qué estudiar Matemáticas o Física te puede ayudar a acelerar el desarrollo de tu carrera profesional?». Esa es la pregunta que lanzan desde la Facultad de Ciencias, que dirige José Manuel Noriega, en las II Jornadas de Emprendimiento y Empleabilidad que organizan junto a la Real Sociedad Española de Física y el Colegio Oficial de Físicos, y en las que colabora AsturiasInnova+. Tendrán lugar el martes 19 de abril, entre las 9 y las 14 horas, en la Sala de Grados del centro del campus de Llamaquique y contarán en la inauguración con el rector, Ignacio Villaverde, con la directora del CEEI, Cristina Fanjul, y con el gerente de Gijón Impulsa, Luis Díaz. El objetivo es hacer una jornada ágil, con ejemplos prácticos, donde se fomente la reflexión y se genere un diálogo con los estudiantes. Para ello, se contará con la participación de siete profesionales, en su mayor parte exalumnos de la propia facultad, y cuyas trayectorias y experiencias pretender servir de guía de orientación.

Conozcamos a los intervinientes. Comenzamos por Alejandro Junquera (Oviedo, 1979), que estudió Ciencias Físicas, y que desde hace diez años dirige el departamento de ingeniería y nuevos desarrollo de Metrohm DropSens, multinacional suiza con dos sedes en Asturias. «La automatización de los procesos industriales y la implantación de las nuevas tecnologías hace que la demanda de perfiles tecnológicos sea cada vez mayor y todo apunta a que así seguirá a corto y medio plazo», es una de sus reflexiones. Añade Junquera que, hoy por hoy, «el control casi en tiempo real de los datos es lo que más se demanda. Transacciones bancarias más seguras, más rápidas, historias médicas online, telemedicina, marketing personalizado, predicciones del tiempo atmosférico, pedidos de comida a domicilio, redes sociales, contenido de TV a la carta... En cualquier sector que pienses surge una mejora si se pudieran analizar datos más rápido y de mayor volumen». Y es a eso, añade, a lo que precisamente están acostumbrados sobre todo Físicos y Matemáticos, «a trabajar los datos, a convertirlos, a ajustarlos, a buscar tendencias, a hacer estadística, hacer predicciones...».

Respecto al paso por la Universidad, destaca «la capacidad de análisis y de abstracción que aportan estas carreras es fundamental para encontrar soluciones innovadoras en un mundo tan cambiante. Por eso creo que no se debe caer en la tentación de pensar que es mejor especilizarse cuanto antes. La formación global y variada en las carreras de ciencias es necesaria para luego tener esa capacidad de adaptación todoterreno y esa agilidad de aprender e innovar».

Alma Vázquez (Oviedo, 1975) estudió Matemáticas, y en IKI Media lidera el área de transformación de la compañía. «Un matemático aporta valor desde cualquier área de la compañía, desde la parte de generación de inteligencia de negocio, a la más operacional. Escuchando su yo más profundo, cuestionándose ¿cómo puedo yo aportar valor a la sociedad y ser feliz? El infinito es el límite», apunta.

Aplica su propia experiencian en la elección de Matemática para afirmar, de manera convencida, que «te capacita para entender de una manera muy estratégica la solución a problemas complejos, genera un espíritu de curiosidad constante por descubrir, aprender, compartir, colaborar. La certeza de que ante un reto existen diversas soluciones válidas. El enfoque diferencial con el rigor científico, la metodología científica con la creatividad. Curva de aprendizaje y adopción de tendencias muy rápida, lo que permite generar más valor en los equipos de trabajo en las compañías. La ciencia como transformadora de los negocios, de las personas y de la sociedad en su conjunto. Calma, reflexión, trabajar desde la agilidad con orden y con orientación a resultados».

Miguel Ángel Acero (Gijón, 1977) estudió Ciencias Físicas y es responsable de transformación digital e innovación en Izertis. Él contesta a la pregunta: ¿qué les espera a los estudiantes ahí fuera? «Un mundo de posibilidades y opciones de desarrollo profesional. Una competencia muy alta y una gran exigencia por parte de las empresas. Pero también oportunidades fuera de Asturias, pero también las empresas más innovadoras como Izertis y los centros tecnológicos (públicos y privados) les ofrecemos para desarrollar y crecer en ámbitos muy pioneros como la computación cuántica sin dejar de vivir en nuestra región. Participando en proyectos desde Asturias para diferentes países»

Antes de eso, Acero invita a los estudiantes a «intentar estar más cerca de las necesidades de la empresa, por lo que veo de interés completar con acercamiento hacia el mundo empresarial y del mercado, en ámbito como la salud, la economía, las telecomunicaciones, etc.». También participar en jornadas como la del día 19 y «conversar con antiguos estudiantes de la Facultad de Ciencias que les aporten sus experiencias». Por último, «reforzar su aprendizaje en el matemático-físico, con conocimientos básicos del ámbito de la ingeniería informática (MOOCs, lecturas, cursos de verano, etc.)» y «buscar la opción de hacer prácticas de forma previa a la finalización de su carrera».

Antonio A. Fernández (Oviedo, 1978) lleva en Accenture diez años. Estudió Ingeniería Informática y resalta el valor de jornadas como esta porque «es importante que conozcan las aplicaciones reales de sus estudios y los diferentes campos en los que puedan desarrollarse, tanto en la empresa privada, como en la pública».

Afirma que estas carreras «suponen la base sobre la que se sustentan la aplicación de muchas de las nuevas tecnologías: Inteligencia artificial, machine learning, blockchain, criptoseguridad… Son tecnologías que la mayoría de grandes compañías (y no tan grandes) están abordando e implantando para optimizar sus procesos y dar un mejor servicio a sus clientes, y lo seguirán haciendo con más fuerza en los próximos años».

Manuel Vilches (Almería, 1966) es licenciado en Ciencias Físicas y es responsable de Radiofísica y Protección Radiológica del Centro Médico de Asturias-IMOMA. «La incorporación de tecnología es cada día más rápida, pero lo más importante es que ha cambiado el concepto mismo de tecnología. Hoy hablamos de una nueva tecnología, menos industrial, más difusa, más orientada a aspectos procedimentales, una tecnología algorítmica, fluida, un campo de trabajo idóneo para cerebros ejercitados en la modelización de la realidad, en el abordaje conceptual de los problemas, no en el mero empleo de herramientas sólidas u orientados a la fabricación de artilugios. Y este es el terreno de la concepción matemática del mundo y sus asuntos, el campo de trabajo del físico», declara. «Es muy difícil observar lo que no se sabe que existe. La física permite, haciendo uso del lenguaje matemático, elucubrar sobre lo que puede llegar a ser, sobre lo que puede que exista aunque no haya sido visto nunca antes, y buscarlo y hacerlo realidad», añade.

¿Y qué les espera a los estudiantes ahí fuera? «Les espera un mundo que es cada día mejor y ellos van a tener la oportunidad de mejorarlo aun más y de aportar más a esa mejora que las generaciones que nos precedieron. Les espera un mundo lleno de cosas por descubrir, porque a pesar de la sensación de omnipotencia que tenemos sabemos que nuestro conocimiento actual solo es un arañazo en la superficie de la realidad».

Alejandro Alija (1982) estudió Física y actualmente es socio gerente de Galeo. «Que te gusten las matemáticas o la física está muy bien y es absolutamente necesario, pero no suficiente para tener una carrera profesional fructífera. Los primeros años son para disfrutar de la ciencia sin restricciones. Los últimos, es momento de pensar en cómo puedo utilizar lo que he aprendido para convertirlo en una forma de vida. Tienen que ser de apertura hacia el mundo exterior (hay que abandonar el entorno estrictamente universitario). Hay que informarse mucho, hacer relaciones y analizar cómo y dónde trabajan las personas con formación similar», aconseja.

Considera que las ciencias básicas como las Matemáticas y la Física siempre han aportado grandes profesionales al sector privado y en particular al ámbito de la consultoría tecnológica. ¿Por qué? Enumera Alija: «Cualquier físico o matemático actual está muy cerca de las tecnologías más punteras; son disciplinas que entrenan nuestro cerebro y lo educan para resolver problemas complejos y abstractos. Los servicios de más valor (y por los que más se paga) en el sector de la tecnología son aquellos relacionados con la resolución (aplicando tecnología) de problemas complejos; la base de las tecnologías digitales se cimienta sobre disciplinas técnicas; y frente a las ramas más próximas a las ingenierías informáticas, los físicos y matemáticos, tienden a tener mayor capacidad de abstracción. Esto hace que tengamos mayor facilidad para cambiar de contexto. En la vida profesional de una persona en el sector tecnológico es fácil cambiar de trabajo (y a veces de sector o subsector) una docena de veces».

Manuel Souto (Langreo, 1996) el más joven, estudió el Doble Grado de Física y Matemáticas y trabaja desde el año pasado en Bedrock como científico de datos. Hace una reflexión sincera: «Al margen de la oferta profesional que estos perfiles puedan traer, para mí lo más importante es que la gente estudie lo que le gusta. Entiendo que encontrar trabajo es una gran preocupación (para mí también lo era), pero creo que a la larga se es mucho más feliz persiguiendo modestamente lo que a uno le gusta que yendo por algo porque 'está de moda' o hay más trabajo».

Física y Matemáticas son, a su juicio, «muy buenas elecciones» de cara al mercado actual. Por un lado, «te permiten tener una buena base de conocimiento en muchos ámbitos, y después puedes escoger especializarte en lo que más te llama la atención (en mi caso la Estadística por ejemplo). En este punto yo recalcaría que lo más importante para mí es tener las bases muy claras: si tienes eso, luego puedes especializarte en un ámbito». Por otro, resalta «una habilidad transversal que consigues en el grado y que me parece igual de importante que el conocimiento técnico: la forma de pensar. Nuestra forma de entender y abordar los problemas (nuestro pensamiento crítico) nos da una visión muy distinta a la que otra gente tiene por su experiencia y formación, y eso aporta mucho valor en equipos multidisciplinares y apoya obtener unos resultados mucho mejores». Y, por último, «también es muy importante las 'soft skills'. En particular, como se tiene el conocimiento técnico de una solución, eres capaz de comunicar directamente al cliente el valor de ese trabajo sin tener que entrar en los detalles, pero si hace falta eres capaz de explicarlo».

Una jornada, por tanto, que promete ser instructiva y entretenida para los universitarios.

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