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Una pregunta ronda al director técnico de Excade desde hace tiempo: «¿Cómo una empresa como la vuestra llega a la innovación?». Porque parece que dedicarse al movimiento de tierras y a las demoliciones con maquinaria pesada es un elemento excluyente a la hora de introducir novedades y evolucionar. Y nada más lejos. David Álvarez y su equipo han demostrado que todo es susceptible de generar valor: «La innovación se lleva en el ADN y requiere de personas e inversión que den esa diferenciación. Y en Excade hay equipo y liderazgo».
Creada en 1985, esta empresa familiar que actualmente ronda las 80 personas en plantilla y posee un centenar de equipos entre máquinas y camiones (con pesos de entre una y 50 toneladas), tuvo su punto de inflexión con la crisis de la construcción de 2008. Fue un momento de parón en el que quien bajaba los brazos, desaparecía. Y esa forma de actuar no entraba en sus planes. Así que pusieron manos a la obra, recibieron asesoramiento y ayuda del Idepa, y empezaron a aplicar su auténtica fórmula de éxito: la suma de tradición, innovación y futuro. «No somos genios y las ideas las sacamos de Europa. Pero no nos lanzamos a innovar por innovar, sino a hacerlo aplicado a Excade y sus necesidades». Conocían el producto y tenían el talento en sus propios oficiales, cuyo bagaje fue esencial no solo en el desarrollo de sus ideas, sino en hacerlas diferenciales.
Así nació 'Maextro' un simulador de retroexcavadora cuyas características esenciales son que opera en realidad virtual y es poseedor de una importante física de terrenos que se transmite al comportamiento mecánico de la máquina y, por tanto, al manejo del operario. Su creación se basa en los que operan en el mundo aeronáutico y para su desarrollo se contó con el soporte de Signal Software.
Se puede decir que 'Maextro' es un producto casero, compuesto por un asiento, unos 'joystick', una plataforma de movimiento y unos sistemas de visión (pantallas y gafas de realidad virtual). Su calibración y ajuste corrió a cargo de uno de los operarios veteranos de la empresa, Diego Menéndez, que fue el encargado de ir testándolo y afinándolo. «Se mueve tan rápido como una excavadora y cuando el operario está con el simulador tiene la sensación de que está trabajando, no jugando, y eso es lo relevante».
Hablamos ya de un simulador único a nivel nacional en continua evolución. De hecho, el siguiente paso es trabajar con el Área de Geomática de la Universidad de Oviedo, en Mieres. «Una parte del proyecto era que un pedagogo o un psicólogo evaluara cómo actuaba la formación virtual, cómo es capaz de engañar al cerebro. Se hará una estadística y se tratará de inferir qué es lo que sucede», explica Álvarez.
Las aplicaciones del simulador, que lleva operativo seis meses, son diversas. La más obvia, la de formación, que ya se explota porque «siempre se puede mejorar en una profesión. Y los simuladores tienen eso de bueno, que miden, porque lo que no se mide no se controla». Ya han hecho cursos internos en la Cámara de Comercio de Gijón y han llevado el simulador a centros de formación y a la propia Universidad.
Pero la que más atrae al director técnico de Excade es la de simulación propiamente dicha. «Cuando tienes que estudiar una obra muy complicada, como un lugar muy confinado o un horno de Arcelor (multinacional para la que trabajan con asiduidad) puedes simularlo y estar 'haciendo la obra' meses antes de enfrentarte a ella de manera real. Y eso es muy importante desde el punto de vista de seguridad y te permite establecer plazos y costes con mayor precisión».
'Maextro' entra dentro del catálogo de productos de la 'spin-off' 'Aplicaciones Geomáticas', el auténtico corazón innovador de Excade. Porque el simulador no es su único proyecto. También han desarrollado un sistema de monitorización y auscultación de taludes basado en el IoT y 'big data', que ya han instalado en torres eléctricas de EdP o en localizaciones dependientes del Principado. Se trata «de una especie de sensores que se adhieren a las estructuras y que con una aplicación móvil y una pretolerancia establecida te dan información y lanzan alarmas». Incluso, con el tiempo, se puede hacer un gemelo digital de dicha estructura de tal manera que se establezca un sistema predictivo y preventivo que advierta, por ejemplo, de las posibilidades de que sufra cambios ante inclemencias meteorológicas.
Innovadora también es la aplicación de la IA (inteligencia artificial) a las máquinas, esto es, motoniveladoras, excavadoras y bulldozzer con sistemas de guiado, «gobernados por GPS y cuya información se traslada al ordenador de a bordo». «Somos la única empresa de España que tiene los tres modelos equipados así», resalta el gerente de Excade, Vicente Fernández. Lídar terrestre, gemelos digitales o Mobile Mapping (escáner situado sobre un coche) también están en su cartera de productos. De hecho, respecto a este último, tienen el primero existente en Asturias y con él han digitalizado 4.000 kilómetros de carreteras de la región convirtiéndolos en nubes de puntos. Excade sigue avanzando porque, ya lo dicen ellos, «la innovación está en nuestros genes».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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