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Paloma Cabello: «La posición geográfica de Asturias es buena para atraer talento y operaciones»

Paloma Cabello: «La posición geográfica de Asturias es buena para atraer talento y operaciones»

«Incentivar fuertemente la relación entre industria tradicional y emprendimiento solo puede traer frescura, innovación y riqueza», asegura la inversora y colaboradora del Foro Empresarial MIT

Martes, 23 de junio 2020

Paloma Cabello, inversora y colaboradora del Foro Empresarial MIT, se estrena como tutora de empresas innovadoras de Asturias y lo hará hablando del ecosistema pos-COVID. Será la primera de la docena de mentores del proyecto Avante del CEEI, que busca mejorar la competitividad de estas pymes. Cabello considera que esta pandemia tiene que verse como «un desafío» para los emprendedores y que la posición geográfica de Asturias «es buena a la hora de atraer talento y operaciones».

–Hablará en Asturias de 'El ecosistema emprendedor en tiempos COVID, oportunidades y riesgos'. ¿Realmente estamos en un buen momento para emprender?

– La respuesta corta sería que es un momento tan bueno, o tan malo, como cualquier otro. Pero creo que hay que matizarla. Hoy en día, se compite a nivel global y, dónde se vayan a crear las empresas capaces de hacer esto, será crucial para las economías de los países. Diría que una sociedad local consciente de la amenaza que suponen las pandemias debería experimentar poco impacto negativo sobre la tecnología disponible en cada momento, porque esta se produce en todos sitios, pero que podría ver mermada su disponibilidad de capital para poder aprovecharse de esa misma tecnología, en su favor. Esto ya está produciendo una concentración de la riqueza en manos de quienes tienen más ventaja en ambos apartados. El resto de los gobiernos serán juzgados por la historia en cuanto a sus visión, creatividad, decisión y capacidad de ejecución, a la hora de enfrentarse a este dilema. Por otro lado, hay un aspecto interesante del que ya se ha hablado mucho: las medidas de distanciamiento social, que están aquí para quedarse y, cuanto antes lo asumamos mejor, son un factor de aceleración de la digitalización de la sociedad, y eso es bueno. Estamos en crisálida en cuanto a la cantidad de productos y servicios que el mundo va a consumir de forma digital y, no sé si mucha gente es verdaderamente consciente de esto, pero surgirán multitud de negocios que no existen hoy y ahí deberían estar nuestros emprendedores y el apoyo de nuestros Gobiernos para capitalizarlo a nuestro favor.

– ¿La pandemia se ha convertido en un freno para los emprendedores o en un desafío?

– Yo lo entendería como un desafío. La pandemia no cambia las tendencias del mercado que ya estaban presentes, solo acelera, o desacelera, algunas de las fases de su implantación. Cualquier emprendedor debe revisar sus planes anteriores de acuerdo con su visión sobre los cambios que comporta el que la sociedad sea ahora más consciente de este tipo de amenaza, llegar a una conclusión y apostar por ella.

– ¿Un emprendedor nace o se hace? ¿Cuál es el perfil del buen emprendedor?

– Son excelentes preguntas las dos y pienso que hay mucha confusión en cuanto a su respuesta. Yo creo que, en gran medida, se hace. El ambiente familiar y el ambiente social juegan un papel fundamental en cuanto a la motivación. Y la perseverancia, la disciplina y la humildad son los tres ingredientes más frecuentes de encontrar entre los emprendedores de éxito. En mi opinión, la preparación técnica no es, y nunca ha sido, suficiente.

– ¿Y cuál debe ser el 'perfil' de una buena idea o proyecto?

–Creo que la idea o proyecto bueno es el que está 'educado'. Me explico: es el que ha nacido después, y sólo después, de que sus diseñadores hayan investigado lo suficiente como para tener una visión sólida sobre el por qué, el mercado al que quieren dirigirse, ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, es decir, qué factores han venido desencadenando esos cambios históricamente. También que hayan hecho el mismo ejercicio, respecto a estudiar quiénes han sido, son y podrían ser los competidores, y a qué precios operan. Y, por último, han diseñado su modelo de negocio de acuerdo con lo anterior. Los dos primeros ejercicios ayudan a predecir el futuro. El tercero debería asegurar que vas a permanecer en él con ventaja. Veo muchos proyectos que han empezado al revés y eso normalmente es un error importante. Aunque también hay quien ha empezado regular, pero luego ha corregido rápido. Muchos casos de éxito comenzaron con una equivocación pero supieron reaccionar y utilizaron sus errores de forma positiva. La humildad y la disciplina juegan mucho papel ahí.

– ¿Qué base formativa tiene que preceder a todo emprendedor? ¿Está el sistema universitario bien enfocado para formarlos?

– La formación siempre ayuda. No necesariamente universitaria, por cierto. Pero no creo que el ingrediente imprescindible para el emprendedor sea la formación en sí sino, más bien, su capacidad de manejar recursos. La universidad no parece estar orientada a enseñar bien a hacer esto. Especialmente, veo una lamentable falta de orientación hacia la formación en finanzas básicas y hacia la gestión de equipos y operaciones. Esto debe corregirse. La universidad debería ser más líquida, no quiero decir que tenga que limitar su orientación a la investigación, ni mucho menos, pero sí que debería dejarse empapar mucho más, del aspecto práctico; asegurarse de que sus alumnos saben manejar recursos y, también, ser más consciente de que puede y debe jugar un papel importantísimo en cuanto a poner en contacto el talento técnico con el talento gestor y con el capital. Creo que muchas universidades lo están intentando, pero pocas lo consiguen. Habría que preguntarse mucho más profundamente el por qué. Al fin y al cabo, muchas de ellas están financiadas con dinero público y tiene sentido para mí el que presten a la sociedad un servicio que es crucial en este momento histórico. Y no lo veo como un problema de financiación, sino de cultura interna.

– ¿Algún modelo de relación universidad-empresa en el que fijarse?

– En cuanto a su capacidad de poner en contacto talento con más talento, yo destacaría MIT. El ambiente allí es muy dinámico en cuanto a ese concepto: se ve a gente de empresas en el campus, continuamente; ya sea trabajando en proyectos concretos o, simplemente, intercambiando ideas y conocimiento. En España no veo, ni de lejos, esa voluntad de conocerse, de impregnarse mutuamente. Poca gente aquí parece tener mucho tiempo para esto. Siempre me llama la atención lo poco que se reconoce aquí, por ambas partes, el valor de esforzarse por juntarse y, a partir de ahí, dejar que el talento encuentre su camino conjunto.

Incentivo fiscal

- ¿Qué áreas son, desde su experiencia, las que tienen mayor potencial para lanzarse a este mundo del emprendimiento?

- Daría una respuesta corta: ¡todas! La sociedad va a cambiar muchísimo en los próximos diez años. Cada uno conoce su área de desenvolvimiento profesional, o ha crecido conociendo alguna por razones familiares o sociales. Todo el mundo tiene una opinión sobre lo que va a pasar en alguna industria o negocio en los próximos años, ¿verdad? Y, si no la tiene aún, le sugeriría que hiciera el ejercicio que proponía en una respuesta anterior: dedicar tiempo y esfuerzo a estudiarse por qué ha cambiado su mercado, y su competencia, históricamente. Eso le ayudará mucho a construir su opinión con respecto a qué puede pasar en el futuro. De ahí a emprender hay un paso.

– ¿Destaca Asturias en algún área concreta hacia la que conducir el emprendimiento?

– Tengo la sensación de que Asturias ha sufrido transformaciones muy radicales en cuanto a su tejido industrial y que las consecuencias de eso podrían haber retirado de la circulación, mucho conocimiento histórico y mucha motivación para emprender. Sin embargo, cuando estoy aquí veo mucha ingeniería. Veo materiales. Veo agricultura. Veo ganadería. Veo salida a la mar. Veo belleza natural y, a pesar de que muchos no estarán de acuerdo conmigo, y está muy bien que no lo estén, porque debe mantenerse la tensión con eso, conservación medioambiental comparada con otros sitios. Todos y cada uno de esos activos generan oportunidades para el emprendimiento que están plenamente en línea con las tendencias de mercado y que podrían aprovecharse. Y Asturias forma parte de la Península Ibérica, es decir, su posición geográfica es buena a la hora de atraer talento y operaciones. Pero veo más fatalismo y desconfianza que ilusión, a pesar de que Asturias ha alumbrado a grandes empresarios y de que su gente me parece industriosa y trabajadora.

– ¿Hay suficiente apoyo económico al emprendimiento o acceso a la financiación?

– No conozco a ningún buen inversor que arriesgue su dinero sin la esperanza de recuperarlo aumentado. Muchos de los negocios en los que se van a meter los emprendedores son terreno desconocido para el capital o suponen una apuesta de muy alto riesgo comparado con otras opciones, no necesariamente dentro de nuestras fronteras. Y, si el capital no tiene un incentivo fuerte para aventurarse en lo desconocido, ¿no se irá salvo excepciones, de forma natural, hacia lo conocido? Estoy de acuerdo con la mayoría de inversores que conozco: debería existir un fuerte incentivo fiscal hacia la inversión en modelos de negocio innovadores y en equipos no experimentados porque, de otro modo, no veremos grandes resultados por ahí. Por cierto, el capital riesgo en Europa tiene este año tanto dinero como su homónimo en EE UU. Este detalle debería hacernos reflexionar sobre cómo competimos en España por ese capital.

– ¿Cómo se puede lograr un 'equilibrio perfecto', en el Principado, entre industria tradicional y emprendimiento?

– Veo muchísimo valor en reescribir la relación entre los dos. Para mí hay una oportunidad fantástica si la industria tradicional se reconoce a sí misma como progenitora y, al emprendedor, como a su vástago. Imaginemos por un momento a los dueños de las industrias tradicionales tomando bajo su ala a los jóvenes y, a los jóvenes, reconociendo el valor de la industria tradicional como plataforma para su futuro. Un programa sencillo pero sustancial, bien comunicado, que incentive fuertemente la relación entre ambos, sólo puede traer aprovechamiento de los recursos, frescura, innovación, ilusión y riqueza. Recalco lo de fuertemente.

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