Una victoria para olvidar del Sporting

David Gallego vuelve a sobrevivir al frente del banquillo del Sporting. Si el viernes ante el Huesca, pese al empate, fue el juego de su equipo el que evitó su destitución, ante el Alcorcón en la Copa del Rey fue el resultado el que le salvó de la quema. Porque si llega a ser por el espectáculo mostrado en los 120 minutos que duró la eliminatoria, el técnico no tiene defensa.

El Sporting volvió a protagonizar uno de esos encuentros que es mejor no guardar en el recuerdo porque algún sportinguista podría tener pesadillas. Gallego utilizó un equipo mixto entre titulares y suplentes. Regresaron Valiente y Rivera, que tan solo duraron 54 minutos sobre el terreno de juego, pero la gran novedad fue la titularidad de Santamaría. El canterano debutó con el primer equipo, pero no tuvo demasiado protagonismo porque vivió aislado ante las escasas jugadas de ataque de su equipo.

El Alcorcón, colista de Segunda División, visitó El Molinón con la cabeza puesta en la Liga. Un rival que cuenta con más entrenadores esta temporada que victorias puso en serios aprietos a los rojiblancos. No creó excesivo peligro, pero sí forzó una prórroga en Gijón tras igualar el tanto inicial de Nacho Méndez.

El centrocampista, que fue titular para actuar como mediapunta, aprovechó un error defensivo del Alcorcón para adelantar al Sporting en el marcador. El central Escobar erró en el despeje y dejó el balón muerto a treinta metros de su portería. Lo que no imaginaba el defensor es que su portero estuviera justo detrás, lo que sirvió para que Méndez marcara con una precisa vaselina.

El encuentro fue soporífero. No pasó nada. Ni juego ni orden ni ocasiones de gol ni disparos a portería. Los 7.300 espectadores que acudieron a El Molinón se convirtieron en héroes tras aguantar el dantesco espectáculo. Dio la sensación de que ninguno de los equipos estaba a lo que se celebraba.

La mala noticia para el Sporting llegó tras el descanso. De nuevo un desajuste defensivo ayudó a que el Alcorcón empatara la contienda. Un simple balón en largo terminó en un centro al punto de penalti donde Al Badaoui remató a placer. Un tanto muy similar al que encajaron los rojiblancos ante el Huesca el pasado viernes.

Los nervios se apoderaron de Gallego. El técnico se jugaba su puesto de trabajo y no quiso perderlo en una noche fría de miércoles en diciembre. Por ello, apostó por una alineación titular. Tan solo faltaron Guille Rosas y Pedro Díaz en el centro del campo, al resto le tocó arremangarse.

Djuka, Villalba, Puma Rodríguez y Berrocal hicieron acto de presencia, pero no mejoraron el juego. El encuentro aburría a las piedras y el tiempo reglamentario llegó a su fin. Con el pitido final algunos de los valientes sportinguistas abandonaron sus asientos. No aguantaban más.

La prórroga no hizo justicia. Porque si el fútbol hubiese sido justo, esta eliminatoria se estaría jugando indefinidamente. Ni el Sporting fue mejor que el Alcorcón ni el Alcorcón mereció quedarse fuera de la Copa. Los dos protagonizaron un duelo impropio de la categoría en la que se encuentran.

La eliminatoria la desatascó Djuka. Borja López se encontró un balón suelto en el área tras un saque de esquina y asistió a Gaspar. José Aurelio detuvo el remate del extremo, pero el rechace lo aprovechó Djuka para volver a su cita con el gol.

Con el tanto del serbio se terminó la eliminatoria para alegría de los fieles sportinguistas. El paso de ronda no sirve para sacar pecho, simplemente se hizo lo que se esperaba del Sporting: Que aprovechara el factor campo con el colista de Segunda División.

Lo mejor fue el resultado, pero ahora habrá que esperar al sábado para ver si el desgaste de los titulares pasa factura en Ibiza. Es lo que tiene jugarte tu puesto de trabajo, que tienes que arriesgar a tus mejores jugadores para seguir con vida.