Directo Descanso sin goles ni grandes ocasiones

Los viajes del Sporting a la tacita de plata

La victoria rojiblanca más espectacular se logró en la etapa en el banquillo de Miera y Tocornal marcó el gol de la conquista del Trofeo Carranza en 1984

Viernes, 1 de noviembre 2019, 03:32

Cádiz es un destino que ofrece recuerdos de todo tipo para el Sporting. Desde victorias espectaculares a una derrota peligrosa o desde el triunfo en el Trofeo Carranza a una de las lesiones del guardameta Juan Carlos Ablanedo.

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El Sporting no sabe ... lo que es perder en Segunda División en la tacita de plata, apodo de Cádiz por diversos argumentos históricos. Entre otros, por la forma del casco antiguo, rodeado de agua. Los rojiblancos ganaron en su primer viaje liguero en abril de 1969. Antes solo había disputado allí dos eliminatorias coperas, ya que, al estar la categoría dividida en dos grupos, norte y sur, el equipo gijonés únicamente se enfrentaba a los andaluces en la Copa.

La primera confrontación entre gijoneses y gaditanos fue copera. Se necesitaron dos desempates para que el Sporting de los Medina, Ortiz, Biempica y el goleador Pocholo superase la primera eliminatoria, con dos encuentros adicionales en Madrid.

En la Liga, los rojiblancos han jugado 19 partidos, con cuatro triunfos y otros tantos empates en las visitas de Segunda. En Primera sumó tres victorias y cuatro igualadas, con otras tantas derrotas.

Si en la primera de 1969 quedó sentenciado el partido con los goles de Herrero II y Churruca, el triunfo más espectacular tuvo lugar en la etapa de Vicente Miera. Concretamente, en la campaña que acabó en ascenso gijonés. En el mes de febrero de 1977, el Sporting, segundo clasificado y empatado con el Rayo, visitó al Cádiz. El actual líder. El desarrollo del partido fue espectacular, con un histórico 1-5 firmado por Ferrero, en dos ocasiones, Morán, Ciriaco y Abel. El de Quino fue una anécdota que no inquietó a los rojiblancos, quienes a partir de ese momento se pusieron primeros, posición que ya no abandonaron para acabar la temporada como campeones, en un ascenso espectacular.

En abril de 1982, después de haber disputado la segunda final copera contra el Real Madrid, el Sporting tenía en juego la permanencia en Primera. El conjunto gijonés llegaba a Cádiz en la penúltima jornada con solo dos puntos de ventaja sobre el descenso, en el que el Hércules y el Cádiz acompañaban al desahuciado Castellón. El partido fue bronco, con muchas complicaciones. No estaba Castro y en el primer tiempo se lesionó Maceda. El equipo no funcionaba. Novoa había sustituido a Miera ocho jornadas antes. Incluso Manuel Vega-Arango pidió un árbitro de los que se llamaban 'halcones', sin mediatizarse por la presión ambiental. Pero ni con esas.

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Los rojiblancos actuaron cohibidos. Una anécdota fue que desde una grada se lanzó una navaja que quedó clavada en la banda. Ganó el Cádiz 3-1 y los rojiblancos se metieron en descenso, con una carambola final, ya que el empate del Valladolid en Las Palmas permitía a los gijoneses depender de sí mismos en la última jornada. El triunfo sobre Las Palmas condenó al Cádiz, que acompañó al Castellón y al Hércules a Segunda.

En el campo gaditano, el 26 de agosto de 1984, el Sporting ganó el prestigioso Trofeo Ramón de Carranza. Primero eliminó al Barcelona, en la jornada anterior, con un gol de Mesa. El Athletic fue el otro finalista, tras vencer a los anfitriones en los penaltis. Un cabezazo de Tocornal, a los cinco minutos de sustituir a David, sirvió para ganar la preciada copa. Con la victoria, el Sporting renovaba su participación, pero, para el Cádiz, los gijoneses no eran un equipo taquillero, por lo que el presidente Manuel de Irigoyen canceló unilateralmente el contrato.

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La grave lesión de Ablanedo

Más desagradable es el recuerdo de una de las lesiones de Juan Carlos Ablanedo por una entrada del argentino Husillos, quien salió revolucionado al campo. Después de haberle hecho tres entradas seguidas al defensa Tati, cazó al portero rojbilanco cuanto tenía el balón blocado. Faltaban once minutos y con los dos cambios hechos, Jiménez se situó en la portería, mientras Ablanedo II era retirado en camilla. Al día siguiente se confirmó que tenía el ligamento cruzado roto.

El último espectáculo gijonés en Cádiz se produjo en diciembre de 1992. El holandés Bert Jacobs había dejado fuera de la alineación a Juanele por un retraso en la convocatoria. El Sporting rozaba las posiciones de UEFA y el Cádiz caminaba por el descenso. En el transcurso de la temporada, la situación se complicó hasta rozar el descenso, lo que acabó con la trayectoria del holandés, sustituido por García Cuervo, con quien se aseguró a la permanencia en la penúltima jornada.

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El partido de Cádiz, en un campo embarrado, tuvo alternativas. El tanto de Manjarín lo nivelaron Barla y Arteaga, pero Juanele, que salió el último cuarto de hora, marcó el empate y sirvió a Iordanov el tanto del triunfo a dos minutos del final. Fue uno de esos partidos en los que el 'Pichón' se salió.

En el nuevo siglo destaca el 0-1 de abril de 2008, camino del ascenso de Preciado, con una victoria firmada por Diego Castro. Pero las dos últimas visitas, con empates sin goles, fueron anodinas. La de hoy recuerda más a la situación previa al 1-5 de Miera. Dependerá de la seriedad del bloque y de las genialidades de Manu García.

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