El vestuario del Sporting quiere dar un paso al frente

El vestuario, al menos en su mayoría, está con David Gallego, que atraviesa su coyuntura más delicada y será despedido casi con total seguridad si pierde ante el Huesca, pero viendo con preocupación que el plan de partido ha ido pivotando hacia la portería a cero y la defensa como principal arma. Algo que reduce el potencial de un equipo con buen trato de balón, cuando lo ha tenido, y poco futbolista físico, sobre todo en la vanguardia.

Los jugadores quieren dar un paso adelante mañana (El Molinón, 21 horas), en un partido crítico y en el que esperan recuperar las señas de identidad del comienzo: la presión adelantada, un mayor tiempo de posesión de balón y el aumento de las ocasiones, todo, evidentemente, equilibrado por menos concesiones atrás. En el primer entrenamiento de la semana se vio un David Gallego más alicaído, al menos en apariencia, distante. Ayer ya se vio su versión más enérgica y activa.

Sin presencia de Rico

Hubo, al principio de la sesión, dos imágenes muy simbólicas, con sendos apartes con dos de los futbolistas más importantes del proyecto. El técnico mantuvo un breve intercambio de opiniones con Djuka, quien, si todo va según lo previsto, regresará al equipo titular mañana. Gallego ya quería contar con el internacional por Montenegro en Las Palmas de Gran Canaria, pero unas décimas de fiebre desaconsejaron su participación, aunque terminaría saltando al césped desde el banquillo por la necesidad del equipo. La vuelta del delantero se ve como algo vital para el equipo, sobre todo porque es un elemento clave en esa primera línea de presión y un futbolista que infunde mucho respecto a los defensas y entrenadores rivales, condicionando sus dispositivos. Su vuelta al once coincidirá, además, con la de Fran Villalba, con el que no forma sociedad en el ataque desde hace algo más de un mes.

La otra imagen del inicio de la sesión fue el cariñoso intercambio de impresiones que tuvo el entrenador con Diego Mariño, su portero titular. Los dos estuvieron dialogando durante unos minutos, hasta que, a renglón seguido, finalizó el calentamiento y los ejercicios previos. En la sesión, además de Jordi Pola y César, también estuvieron el defensa del juvenil Christian Morán, el delantero Enol Prendes y el portero Enol Muñiz.

Al igual que en el resto de la semana, Javi Rico no estuvo presente en el entrenamiento de ayer. El distanciamiento del entrenador con el director deportivo es evidente desde hace varios días, especialmente a raíz de todo lo sucedido con la finalización del partido en el Estadio de Gran Canaria, con Rico tratando de gestionar la llegada de un nuevo entrenador desde hace un par de semanas, planteando al consejo el cambio de entrenador como solución.

Gallego, por su parte, se ha aislado con su grupo de trabajo de confianza, buscando preparar de la mejor forma el partido de mañana y apoyándose, como se vio ayer, en el vestuario, especialmente en el grupo de jugadores más veteranos, con los que mantiene una relación estrecha, marcando algo más de distancia con los jóvenes.

Por el momento, la decisión del director deportivo ha quedado paralizada, al no presentar una alternativa que desde el club se considerase de garantías para abordar el cambio, como fue la de Sergio González. En ese sentido, el consejo decidió otorgarle una jornada más a Gallego para ver si logra reconducir la situación. Al mismo tiempo, Rico espera poder plantear una opción más satisfactoria en este final de semana. Todo está a expensas, claro, de lo que suceda mañana. Si el Sporting gana, el entrenador catalán continuará en el cargo, a falta de dos partidos para el final del año.