Varane no se olvida de Paula

Sábado 25 de febrero. Acaba el partido contra el Tenerife. Los jugadores del Sporting se van al centro del campo, aliviados por la victoria y aplaudiendo a El Molinón. Y luego se van desperdigando de camino al vestuario local. Jonathan Varane se quita su camiseta, la dobla cuidadosamente y va en dirección a Paula Muñoz, una joven aficionada de 12 años a la que le había prometido la elástica con el dorsal '37'. Se forma un revuelo en la zona según se va acercando el mediocentro. Y la camiseta, aunque Varane trata de hacerla llegar a la niña que ha diseñado una pancarta para la ocasión, cambia a otras manos. Las de un niño que se pierde con rapidez. El disgusto es notable en la pequeña Paula, a la que acompaña su hermana mayor, Alba, fan de Queipo.

«Otro niño se la quitó de la mano e imagínese el disgusto», recuerda su padre, Miguel Muñoz, sportinguista de Avilés, aunque reside en Oviedo. Toda la familia es habitual en El Molinón y hasta en los desplazamientos del equipo. «Este año estuvimos en Valencia, Leganés, Santander, Lugo, seguramente iremos a Burgos...», remarca su progenitor. El lío no tuvo solución en el momento. Localizado el niño, con su padre, nadie quiso saber nada de la promesa de Varane, quien se enteraría poco después de lo sucedido. Lejos de dar carpetazo al asunto, el mediocentro francés se sintió obligado a compensar a la pequeña. «Fue un detallazo por su parte. Jonathan es un tipo encantador, súper majo», completa Miguel Muñoz. Tanto que citó a la familia el miércoles por la tarde en Mareo, justo después del entrenamiento, saliendo por la puerta con otra camiseta rojiblanca que, esta vez sí, llegó a Paula. «Fue encantador porque la niña se quedó en El Molinón casi llorando por los empujones y todo lo que pasó. Varane estuvo charlando con ella en Mareo, le dio la camiseta... Y hablando todo el tiempo en español, que lo habla fenomenal», aseguran los Muñoz.

El joven futbolista francés, mientras, se confesó «muy a gusto y muy feliz de su fichaje por el Sporting». Tanto que, tras entrar por la puerta del filial rojiblanco y competir para el equipo de Dani Mori durante la primera parte del curso, en los primeros días de enero ya dio el salto al primer equipo para ir consolidándose. De momento, Varane ha competido en seis partidos con el Sporting, aunque todavía ninguno como titular, dejando muy buenas sensaciones por el camino.

«A ver si tienes suerte», le dijo el miércoles la familia Muñoz al futbolista. «Suerte no», replicó Varane con una sonrisa. «Esto es trabajo, trabajo y trabajo», subrayó el centrocampista francés, de 21 años y que llegó este verano a Mareo procedente del Lens: «La verdad es que, con lo que pasó, fue un final de mejor imposible. Varane tuvo un detallazo con Paula porque lo normal sería que no se hubiera preocupado más. Le dimos varias veces las gracias porque creo que es un gesto para reconocerle».