Ucrania se suma hoy a la candidatura de España y Portugal con Gijón a la expectativa

En las últimas horas, con la Federación instando a la resolución de cualquier duda durante la jornada de hoy, se ha insistido en que la incorporación de Ucrania tendrá un efecto «simbólico» en la futura cita mundialista, esperando, eso sí, un apoyo social unánime por lo que representa y un impulso ante el resto de candidaturas, especialmente la que preparan Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay. En todo caso, no se descarta que Ucrania, teniendo en cuenta que no haya un conflicto entonces, pueda albergar los partidos de un grupo -esa es la idea-, lo que dejaría la puerta entreabierta a otra configuración. Fuentes consultadas en las últimas horas aseguraron, no obstante, que España seguiría contando con sus once sedes si la candidatura ibérica resulta elegida, pero desde Las Rozas no han querido valorarlo.

El Grupo Orlegi seguirá hoy con atención lo que suceda en Nyon, aunque las reacciones que pudo recoger en Madrid la semana pasada hablan de una candidatura ganadora. La sensación que se percibe en conversación con distintas personas implicadas en el proyecto, con la excepción del Ayuntamiento, que guarda silencio hasta conocer todos los datos de la macropropuesta, es que la candidatura del Sporting es ahora mismo una de las favoritas del grupo de sedes que está en mayor discusión, de las que solo tres serían las elegidas si no hay una variación hoy en el número: Murcia, Zaragoza, Vigo, Málaga, Las Palmas y Gijón. Las ocho restantes, comenzando por el Bernabéu y el Camp Nou, se dan por asignadas extraoficialmente.

Como informó EL COMERCIO, la Federación examinará este mes toda la documentación presentada por las distintas candidaturas, entre ellas la asturiana, cuyo desglose del proyecto ya tienen en Las Rozas y, también, en el Consejo Superior de Deportes. A partir de ahí, a finales de noviembre, aunque todavía no hay una fecha fija, podría haber un pronunciamiento público con las once sedes elegidas. Ya para conocer si España, Portugal y Ucrania, invitada al evento, albergarán el Mundial de 2030, habrá que esperar hasta 2024.

Mientras tanto, Orlegi tiene que afrontar ahora un paso tan delicado como importante: mostrar la realidad de su proyecto al Ayuntamiento, propietario de El Molinón, molesto y extrañado por los ecos y la dimensión del boceto que se reveló la semana pasada en Madrid, el cual, según fuentes consultadas, requeriría de una inversión cercana a los 300 millones de euros y preveía de una transformación total del entorno del estadio, más allá de El Molinón, bajo la premisa de dejar un legado a la ciudad y que esa gran obra suponga un punto de inflexión para la ciudad. Aunque inicialmente, según se ha manifestado desde el Ayuntamiento, Orlegi solo había planteado en Gijón una reforma del estadio, con una necesidad económica bastante inferior. Por los datos que le habían trasladado, la alcaldesa Ana González incluso llegó a hablar hace una semana de «cuarenta millones de euros». Se espera, en ese sentido, una explicación. Tampoco ha gustado esto en el Principado.

Orlegi va a contrarreloj, aunque tiene avanzada la búsqueda de financiación. El propio Martin Hollaender, máxima autoridad económica, estuvo en Las Rozas. El cómo se financiará una obra de esa magnitud es uno de los puntos que más preocupan a los portavoces municipales. También si, como se puede discutir tomando como referencia el plano que se vio en Madrid, El Molinón perdería su título de campo más antiguo de España.