Al Sporting se le apaga la luz antes del derbi

El Sporting se encuentra en un bache en el peor momento posible. El equipo de David Gallego encajó su segunda derrota consecutiva en la Liga, un hecho que no había sucedido en las 33 jornadas anteriores. Un solitario gol de Fran Sol fue suficiente para que los tinerfeños se llevaran los tres puntos.

David Gallego se equivocó y no supo reaccionar. Así de simple. El técnico alineó un equipo con Nacho Méndez, Pedro Díaz y Manu García por delante de Javi Fuego; y con Pablo Pérez acompañando a Uros Djurdjevic en ataque. Un planteamiento que no salió porque al Sporting le faltó profundidad y velocidad en la parcela ofensiva.

El primer acto se desarrolló con poco fútbol. El Sporting estuvo mejor, pero no disparó entre los tres palos. Manu García y Nacho Méndez gozaron de espacio para crear peligro, pero no lo aprovecharon. Ni Djuka ni Pablo Pérez pudieron disfrutar de los pases de sus compañeros porque ninguno de los centrocampistas estuvo acertado. Tan solo Manu se dejó notar con un disparo desde la frontal del área, pero poco más.

Sin pasar apuros en defensa, el conjunto rojiblanco se dejó llevar en una primera parte marcada por el aburrimiento. El Tenerife cedió el balón y se encontró cómodo con un Sporting impreciso y poco acertado en los metros finales. Sin jugadores de banda específicos y con Bogdan y Saúl García sin asomar por los costados, la dificultad para marcar fue mayor.

Con el descanso se esperó una reacción del Sporting, pero los que se plantaron mejor sobre el terreno de juego fueron los locales. En apenas cinco minutos los tinerfeños hicieron más que el cuadro de Gallego: disparar una vez entre los tres palos.

Sin capacidad de reacción ni en el terreno de juego ni en el banquillo, llegó el gol del Tenerife. Falló Mariño. El meta despejó mal un disparo desde la frontal del área y el balón lo cabeceó Fran Sol al fondo de la portería.

Gallego no interpretó bien el choque y dio paso a Carmona en lugar de Pablo Pérez. El Sporting seguía necesitando velocidad, profundidad y sobre todo juego por las bandas. Su empeño en dar continuidad a la idea inicial llevó a sus futbolistas a buscar el camino hacia el gol por el centro. Una misión imposible.

El entrenador del Sporting reaccionó tarde. Dio entrada a Gaspar y a Cumic en la recta final del choque. No dio tiempo a nada. El equipo se precipitó y perdió. Sin excusas. Si la primera parte la dominó sin crear peligro, en la segunda mitad sufrió.

La peor racha llega en la semana previa al encuentro ante el Oviedo. El derbi servirá, si se gana, para hacer olvidar la mala dinámica de resultados. Hay trabajo por delante. Recuperarse de dos derrotas no es tarea sencilla.