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Viernes, 29 de noviembre 2019, 03:52
Eran las once y veinte de la mañana cuando José Alberto dio por finalizado el entrenamiento. Los jugadores se pusieron a estirar en la valla más cercana a la puerta del vestuario. Fue entonces cuando el preparador cogió por el hombro a Javi Fuego e ... inicio una charla con el centrocampista.
Se alejaron del grupo y mientras unos realizaban ejercicios de estiramientos y otros preparaban la barrera con para ensayar faltas al borde del área, ambos conversaron durante algo más de un cuarto de hora.
José Alberto pudo buscar un apoyo en el hombre más experimentado del vestuario, que por sanción se perderá el duelo de mañana. El técnico vive su peor semana al frente del banquillo. Conocedor de su situación, el miércoles pidió la mejor versión de sus hombres en Anduva y ayer quizás se cobijó bajo la opinión de un futbolista que ha vivido mil batallas en el mundo del fútbol. Esta mañana el ovetense ofrecerá su punto de vista en Mareo antes de partir a Miranda.
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