«El sportinguismo es un virus contagioso»

Las taquillas de El Molinón abrieron ayer a las 9.30 horas para despachar las entradas para abonados del partido del domingo ante el Espanyol. El primero de la cola, numerosa antes de que los empleados del club empezaran a trabajar cara al público, era Carlos Rodríguez, quien se llevó una localidad. Pero no era para él, sino para su hermano, José María, que vive desde hace algo más de cuatro años en Gijón. Nacidos y criados en Palencia, toda la familia de estos dos hermanos es seguidora del «Athletic de Bilbao de toda la vida». Pero también son grandes aficionados al fútbol, así que José María se animó al poco de llegar a la ciudad a acudir a El Molinón. «Iba bastante al campo y el año pasado me saqué el abono». Pese a la decepción por la clasificación del equipo, repitió en la presente temporada. La razón: «Vas a El Molinón y te das cuenta de lo locos que están. He visto además que los 'guajes' son protagonistas importantes. El sportinguismo es un virus contagioso», afirma.

Esta historia da cuenta de la locura que se vive con el Sporting. Ayer fueron miles las personas que se acercaron al estadio rojiblanco para retirar su entrada o que lo hicieron por vía telemática. A última hora de la tarde eran más de 7.000 los suplementos de abonados pagados y más de 2.000 las localidades que ya estaban vendidas, lo que supone cerca de 10.000 asientos confirmados para el domingo.

José María Rodríguez sufre ya como un sportinguista más. «Del Espanyol es, de los cuatro equipos de 'play off', del que menos me fío, porque es el más irregular, pero con diez minutos de inspiración te puede hacer un roto. Lo que más miedo me da es el planteamiento de Miguel Ángel Ramírez», apunta este veterano aficionado al fútbol que cree que acabará subiendo el equipo que «menos errores cometa».

La «locura» a la que se refiere este palentino, gijonés ya de adopción, no solo quedó patente ayer en las largas colas que se vivieron a primera hora en El Molinón, sino también en la demanda de plazas de avión a Barcelona para presenciar el partido de vuelta. Muchos aficionados y algunas peñas se han movilizado ya para que la 'Mareona' esté presente en el Stage Front Stadium de Cornellá, aspirando a presenciar el pase de su equipo a la final de la promoción por el ascenso. Las localidades para ese partido están a la venta a través de la web del club 'perico' para el público general y tienen un coste de entre 30 y 40 euros. Solo las zonas más exclusivas suben hasta los 140.

Las entradas para el partido del domingo en El Molinón están a la venta, por el momento, únicamente para los abonados, que tienen hasta las 18 horas de mañana para pagar el suplemento de 20 euros que les dará derecho a entrar al campo (se puede hacer en las taquillas o por vía telemática). El precio para los socios de categoría jubilado, sub 26 y diversidad funcional es de 10 euros, mientras que los socios de honor y los júnior no tienen que pagar. Los abonados, en el mismo plazo, pueden comprar además dos localidades de forma anticipada, con precios que van de los 36 a los 84 euros. En caso de que no abonen el suplemento en el plazo estipulado, el club se reserva el derecho a vender la entrada de su asiento.

Lo que parece claro, por el ritmo de venta y el ambiente que se percibe en la ciudad, es que el domingo El Molinón estará lleno. Eso espera José María Rodríguez, que acudirá al campo con su bufanda del Sporting y, depende del tiempo que haga, con una camiseta muy especial. «Tengo una que me regaló Pablo Pérez. Lo encontré un día en una terraza y fui a saludarle. Fue muy amable conmigo y me regaló la camiseta. Si no hace frío, la llevo». Con los colores rojiblancos, los mismos que los de su equipo de toda la vida, acudirá a El Molinón con la «esperanza» de que el Sporting gane. «Con la gente vamos a disfrutar seguro y con el partido ya veremos. ¡Puxa Sporting!».

La previa de la ida del 'play off' romperá con los esquemas ambientales recientes, como ya sucedió con el día del Eibar, y la liturgia de todo el año. Al menos esa es la idea: diseñar un ambiente diferencial, genuinamente del aficionado, considerando la hora del partido del domingo (El Molinón, 21 horas) y tratando de mantener la singularidad que se logró con la quedada en Pelayo. Una zona considerada como algo muy especial para el sportinguismo y que se quiere preservar para citas más definitivas que puedan llegar.

La Grada de Animación, en ese sentido, hizo ayer dos llamamientos a los aficionados del Sporting. Por un lado lanzó una petición a toda la ciudad, que ya comenzó a calar durante la jornada en distintos barrios, para que Gijón se vaya engalanando de rojiblanco en estos días previos al encuentro. Cafeterías, floristerías, gimnasios, sidrerías, zapaterías, panaderías, balcones, ventanas, casas... Cualquier rincón de la ciudad teñido de rojiblanco con banderas, bufandas o algún motivo sportinguista.

La segunda invitación busca que los aficionados anticipen su entrada al estadio y que a las 20.30 horas, cuando los futbolistas estén ya calentando sobre el césped, El Molinón luzca lleno y ahí se comience a subir el volumen para empujar al equipo hacia la victoria contra el Espanyol. En esta ocasión, toda la actividad y energía de la afición se quiere concentrar en la zona del estadio. El objetivo es que los futbolistas noten el respaldo de la grada más que nunca y, por el contrario, no dar tregua a los 'pericos'.

A partir de ahí, ya en el interior de El Molinón, la Grada de Animación desplegará el mayor tifo de la temporada, pendiente de conocer los detalles y de cómo se llevará a cabo. En su diseño se lleva trabajando desde el final del encuentro contra el Eldense, en el que el gol de Roque Mesa y esa última parada de Rubén Yáñez valió, además de la derrota del Racing de Santander y del Oviedo en Eibar, para que el Sporting se clasificase quinto.

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