El Sporting vuelve al 'play off'

Tres meses y medio después, Djuka volvió a celebrar un gol suyo con la camiseta del Sporting. Esta vez no mandó callar a nadie. Dejó salir toda la tensión acumulada de los últimos meses con rabia. Lo necesitaba él y también lo necesitaba su equipo. Principalmente porque sobre el terreno de juego no pasó nada más.

El Molinón se aburrió. Incluso llegó a pitar a su equipo. El Sporting no es el que era. Bien es cierto que se logró sumar los tres puntos para volver a los puestos de 'play off' y aprovecharse así de los tropiezos de los rivales directos, pero las sensaciones no son buenas. Como dice el refrán: «Pan para hoy y hambre para mañana».

El fin justifica los medios en este caso, pero el Sporting no transmite lo que transmitía. Ni siquiera fue capaz de conectar con una grada que estuvo más callada que nunca.

Ramírez optó por dar entrada a Róber Pier y a Djuka en el ataque. Fueron sus únicas novedades en la alineación. Empeñado en dar continuidad a un asfixiado Nacho Méndez y a Fran Villalba escorado en la izquierda, el Sporting sufre. No juega a nada. Y eso permite que los rivales lleguen vivos y sufran poco, incluso en El Molinón.

Esta vez un rival como el Alcorcón, que lucha por no descender, supo defender cualquier acercamiento de los rojiblancos, que tan solo dispararon dos veces entre los tres palos. En el gol de Djuka y en un disparo muy lejano de Insua que obligó a Anacker a enviar el balón a saque de esquina. Nada más.

Los planes de Ramírez no funcionan. Y pese a que la victoria aúpa a los rojiblancos a los puestos de privilegio, el regusto que dejan los tres puntos es que como sigan así las cosas, este equipo no llega vivo al final de la temporada.

A Nacho Méndez le falta chispa, la misma que al Sporting. Pero el entrenador no es capaz de encontrar soluciones a un problema que arrastra desde hace semanas. Esta vez un penalti tan inocente como claro sobre Djuka solventó una papeleta que se pudo complicar mucho más de lo esperado.

El espesor del equipo lo vio la grada. Inconformista con lo visto en El Molinón ante un rival que demostró por qué se encuentra en la zona baja de la tabla. Cuando el Sporting conectó con Villalba por dentro, encontró los huecos necesarios para dañar al Alcorcón, pero no fue capaz de darle continuidad a una idea clara de juego.

Lo mejor de la noche fue el resultado. No hay que quitar méritos a la victorias. Por primera vez en lo que va de temporada, el Sporting venció a un rival cuyo objetivo no es otro que evitar el descenso. Algo es algo.