El Sporting vive en el alambre

El 'Pitu' se cargó a Fran Villalba del once inicial en el partido de su presentación. En su lugar actuó Aitor García, mientras que Pedro Díaz ocupó la banda derecha con un centro del campo formado por Rivera y Gragera. El experimento salió mal. Ni Pedro ni Aitor aparecieron en una primera parte en la que el Sporting no disparó a portería.

Independientemente del fútbol practicado, lo importante en Huesca era sacar el partido adelante. Ya nadie espera que este equipo sea capaz de realizar dos pases seguidos, pero sí sería conveniente que los futbolistas demostraran que en juego está ni más ni menos que mantener la categoría en Segunda División.

Defensivamente el Sporting es un manojo de nervios. No hay un solo futbolista que sea capaz de aportar serenidad y seguridad en la línea trasera, lo que dificulta que Cuéllar pueda tener un partido tranquilo. En El Alcoraz no sufrió en exceso porque enfrente se encontraba un Huesca con la temporada finiquitada, pero tampoco pudo hacer nada ante el tanto inicial de Florian.

De nuevo un error garrafal de marcaje, tras un saque de esquina, sirvió en bandeja el gol a Florian que cabeceó desde el punto de penalti sin que tuviera ni siquiera que saltar. Kravets lo dejó ir y el esférico le cayó en la cabeza.

Mientras el duelo en Huesca dejaba en evidencia al Sporting, en Fuenlabrada la Real B buscaba el gol de la victoria generando ocasiones que perdonó incomprensiblemente ante un rival que ya da por perdida la categoría. La comparación es odiosa, pero el filial de San Sebastián sí tiene claro qué hay en juego en cada partido que disputa. Algo que en Gijón se echa de menos.

Por suerte para los rojiblancos, una jugada de Guille Rosas, que fue a más en la segunda parte, concluyó con un pase atrás de Campuzano para que Pedro Díaz, el mejor de los visitantes, igualara la contienda. El empate se daba por bueno porque en el Fernando Torres el marcador era idéntico al de Huesca, pero el tanto del centrocampista quedó en un premio menor cuando el equipo de Xabi Alonso se adelantó en el marcador en el minuto 95.

La victoria de la Real Sociedad B y el empate del Sporting deja a los rojiblancos al borde del colapso, al filo del abismo que cada día está más cerca. La plantilla necesita espabilar ya. No hay tiempo que perder, Abelardo tiene que dejar su imprenta en el equipo para que los futbolistas dejen su bloqueo psicológico de lado y salven la categoría.

El final de la temporada va a ser más complicado de lo que muchos esperaban, incluido el consejo de administración de la entidad. Estas son las consecuencias de una pésima gestión.