El Sporting con dos timoneles bajo la tormenta

El club quiere que ellos, junto a otros más también con la etiqueta de 'producto de Mareo', sean la bandera del proyecto ya no futuro, sino presente. Y, en un contexto extremo para el equipo como el actual, 'El Pitu' quiere jugársela con Pedro Díaz y Gragera en la 'cocina' del juego del Sporting. Uno, que tuvo su despegue profesional con Djukic, acumula 3.050 minutos y cuatro goles hasta el momento. Y el otro, también llamado a formar la columna vertebral del conjunto rojiblanco, acumula 2.313 minutos y una diana.

Hace tiempo ya del ruidoso crecimiento de estos dos mediocentros, que tienen encandilados a casi todos los técnicos. Entre ellos, a 'El Pitu', enamorado de estos dos 'guajes' espectaculares en el juego, que parecen incluso que escuchan sus pensamientos en el campo y que mueven el balón con tanta naturalidad que da la sensación de que ni lo piensan. Se asocian bien, juegan casi siempre con la cabeza levantada y no pierden la pelota con facilidad. Así que Abelardo ha ido y les ha pedido que hagan suya la pelota. Que tomen el mando de este Sporting.

Imposible separarlos, al menos dentro de la planificación de Abelardo, este tiene clara su apuesta por Pedro y Gragera, en una compenetración impecable, para formar, de nuevo, el centro de operaciones de su equipo, en esta ocasión, ante el Fuenlabrada. Quiere que marquen los tiempos, les da confianza en los entrenamientos... Cuando aparece el balón, son ellos quienes hacen girar al equipo a su alrededor. 'El Pitu' quiere que este Sporting crezca sobre esta columna. «A Jose (Gragera) lo conozco desde hace mucho, pero estoy todos los días con él y esa conexión es un aliciente», destacaba recientemente su compañero Pedro Díaz.

Jugadores de equipo por excelencia y extensiones del entrenador gijonés sobre el césped, difícilmente tienen sentido como solistas, como intentaron los dos primeros inquilinos del banquillo esta temporada: David Gallego (sobre todo desde que el equipo, tras llegar a encabezar la tabla, enlazó la mala racha de resultados) y José Luis Martí, que introdujeron la opción de Christian Rivera. De hecho, Gragera (25 veces titular) y Pedro (36) solo han coincidido en 21 ocasiones como titulares esta campaña

Gragera se cose el balón a ese pie derecho, con el que hace fluir a su equipo, y se come a los pivotes rivales. Siempre unos pasos por delante de la defensa, donde se siente más cómodo para maniobrar. Elegante, esconde el balón con el cuerpo y piensa rápido. «Ha crecido mucho. Tiene personalidad y orgullo. Le gusta asociarse y que el balón pase por él. No se esconde». Trabaja también hace atrás (es el tercer rojiblanco que más faltas hace, con 0,63 por partido, y el que más pases corta, con 1,57). Siempre con buena conexión con Pedro.

Este hace gala, dicen en Mareo, «de unas condiciones técnicas espectaculares», juega «con la cabeza levantada» y es «un centrocampista técnico, pero que aprieta al rival». De hecho, es al que más faltas le han señalado (0,75 por partido) y presume de ser el que más balones recupera (7,73 de media). Pedro cuenta con capacidad para ampliar su zona de control y con un cañón en la pierna derecha.