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E. C.
GIJÓN.
Martes, 24 de abril 2018, 00:20
En las últimas jornadas, Jony ha estado ligeramente por debajo del nivel que había exhibido semanas atrás. A los problemas físicos que sufrió y que mermaron su rendimiento se ha unido el hecho de que los rivales ponen especial atención en su vigilancia, multiplicando ... la vigilancia para minimizar su impacto. Así quedó de relieve en el partido del Ramón de Carranza, donde el futbolista cangués fue objeto de un marcaje casi al hombre de acuerdo a la estrategia de Álvaro Cervera. No es extraño que el extremo rojiblanco abandonara el partido mostrando una profunda decepción por las prestaciones que había ofrecido. Algunos quisieron ver en su gesto, enfado por el cambio, pero la realidad es otra bien distinta. El jugador se iba molesto por no haber podido ayudar más a sus compañeros. Ese nivel de compromiso de Jony no es nuevo y así lo entiende el técnico, Rubén Baraja.
Ayer, al término de la sesión preparatoria en Mareo, más suave para aquellos jugadores que fueron titulares. Cuando se retiraba, el cangués fue llamado por Rubén Baraja a las dependencias que ocupa el cuerpo técnico. Durante la charla, que se extendió durante algunos minutos, el preparador vallisoletano trasladó a Jony su total confianza y le reforzó desde el punto de vista anímico, consciente de que los últimos partidos no han salido las cosas como esperaba el futbolista. Jony es un futbolista imprescindible desde su llegada y salvó por cuestiones físicas no se discute su titularidad.
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