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ALEJANDRO FORCELLEDO
GIJÓN.
Miércoles, 15 de febrero 2023, 01:16
El Sporting ha ganado desde la llegada de Miguel Ángel Ramírez el control del balón en todos sus partidos. Los rojiblancos han dominado el esférico en los cuatro partidos de Liga que ha dirigido el técnico canario. En el último encuentro disputado en El Molinón ... frente al Huesca es en el que más se ha notado la diferencia de posesión entre los gijoneses y sus rivales. El Sporting tuvo el balón un 74% de los minutos del choque por tan solo un 26% que lo hizo el equipo del 'Cuco' Ziganda.
Si bien es cierto que los rojiblancos han jugado en superioridad numérica en tres de estos cuatro choques, el porcentaje de posesión se dispara hasta el 62% por partido, algo más de quince puntos de diferencia respecto a la etapa de Abelardo.
Los de Ramírez han jugado con, al menos, un jugador más en 140 minutos de los 360 jugados, pero no ha logrado plasmar esa superioridad sobre el campo pues no ha sido capaz de trasladarlo al resultado con goles.
Con Abelardo, el equipo tenía menos la pelota, pero no se lo pensaba tanto a la hora de atacar la portería rival. Con 'El Pitu' en el banquillo, los rojiblancos hacían un fútbol más directo intentando aprovechar la velocidad de gente como Juan Otero o Aitor García. El cambio del modelo de juego planteado por Ramírez hace que el Sporting promedie casi 200 pases más entre sus jugadores en cada partido que cuando era Abelardo quien lo entrenaba.
Los jugadores rojiblancos están asimilando la manera de jugar y entender el juego que quiere Ramírez para su equipo. EL propio entrenador aseguró el pasado domingo que quizás ese enfrentamiento ante el Huesca había sido en el que mejor habían hecho las cosas desde su llegada. Los jugadores del Sporting realizaron un total de 580 pases entre ellos perdiendo cerca de un centenar, mismo resultado que obtuvo el Huesca habiéndose pasado tan solo 204 veces el balón. Es decir, el Sporting hizo más y mejores pases que su rival.
La voluntad de atacar más rápido y de manera directa que tenía el conjunto de Abelardo se traducía en una pérdida de balones mucho más cerca de la portería rival respecto a lo sucede ahora con Ramírez al volante. Los rojiblancos pierden más la pelota cuando están saliendo desde su campo hacia el del rival. En el último encuentro ante el Huesca en El Molinón estas perdidas en salida de balón impacientaron por momentos a la grada. El estilo del canario está calando entre los futbolistas y cuajando dentro del terreno de juego.
Los datos también arrojan una diferencia notable en los goles que se esperan por partido teniendo en cuenta las ocasiones creadas como las concedidas al rival. Con Abelardo el equipo tenía más probabilidades de hacer un tanto -se esperaban 1,26 goles por partido para los rojiblancos-, mientras que con el juego del Sporting actual esa cifra se queda por debajo del gol por encuentro (0,80).
La estadística sí que es benévola en cuanto a lo que se denomina como goles esperados en contra y el fútbol de contención de Ramírez con tres centrales y el apoyo del centro del campo se quede cerca del medio gol por encuentro cuando con 'El Pitu' superaba la unidad por partido. Ramírez está dando mucha importancia a que el Sporting sea el dueño del balón. Mantener la posesión de la pelota provoca que el rival tenga menos oportunidades para hacer daño al adversario. Frente a equipos como el Huesca, el plan no marchaba mal pues los oscenses no son un equipo que quiera tener el control del balón en todo momento, la cuestión es ver qué ocurre en otros partidos en los que el rival sí quiera la pelota.
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Precisamente este fin de semana en Andorra el equipo rojiblanco se va a encontrar de frente con esa realidad. Los de Eder Sarabia se caracterizan por el control del esférico. En sus últimos encuentros de los andorranos como locales han superado a su rival con creces. Frente al Oviedo llegaron al 75% de la posesión con cerca del 90% en el acierto de pases. Esta estadística la mantuvieron también contra el Albacete y el Zaragoza, pero no solo en casa el Andorra quiere el balón, fuera de su feudo suele ganar también en esa parcela.
Los andorranos llegarán al choque tras cinco derrotas consecutivas con lo que el Sporting se encontrará un equipo necesitado y que, a buen seguro, le intentará quitar el balón. Los de Sarabia llevan un mes sin marcar un solo gol.
En definitiva, el juego del Sporting con Abelardo era de ida y vuelta y ahora Ramírez se afana en corregir ese juego alocado para controlar más la pelota y los encuentros para luego poder crecer desde la defensa hasta el ataque. Son dos estilos de juego diferentes, los jugadores están 'reseteando' después de un cambio de estilo y en el primer mes liguero de Ramírez las cosas ya comienzan a notarse.
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