Alessio, durante su etapa en el KAS Eupen, con el asturiano Luis García detrás. INSTAGRAM ALESSIO C. M.
Sporting

La estrella de la Liga belga, Quini y el Sporting

De familia. Alessio Castro-Montes, una de las referencias del Gante, tiene raíces asturianas, vínculos con 'El Brujo' y sueña con vestir algún día la camiseta rojiblanca

JAVIER BARRIO

Miércoles, 6 de julio 2022, 01:59

Mi hermano nunca ha estado en Asturias, ha tenido poco tiempo. Elige un poco vacaciones con su 'moza'... ¡Esta palabra la aprendí en Asturias! ¡Y guaje!». ¿Qué relación tienen una de las estrellas de la Liga belga, Quini y el Sporting? Casi parece un acertijo ... que empieza a despejar Enrico Castro-Montes, un historiador de Sint-Truiden. Esta ciudad está ubicada en la provincia belga de Limburgo, en la región de Flandes. Allí creció con su hermano Alessio, lateral ofensivo del Gante, de 25 años, que estuvo en el punto de mira de Monchi no hace mucho y que se presenta como uno de los rivales de Borja López este curso.

Publicidad

«El año pasado ganó la copa al mejor jugador del Gante. Quiere dar un nuevo paso en su carrera y quizá fiche por otro club, pero no sabemos nada», ataja su hermano mayor Enrico. El origen de los Castro-Montes está en Asturias. El abuelo era de Madrid, pero se trasladó siendo un niño a vivir con unos familiares a Infiesto durante la Guerra Civil. Allí creció, se casó -la abuela es de Soto del Barco- y se mudó a Gijón, donde trabajó en la mina de La Camocha. «Pero a finales de los 50, los dos ya emigraron a Lieja. Mi padre, de hecho, nació en Bélgica», subraya Enrico.

Pero a toda la familia le quedó en el corazón Asturias, Gijón y el Sporting... Y Quini. «Nuestro abuelo siempre dijo que era un primo lejano de Castro 'Quini'. No sabemos si es cierto, pero comparten el mismo primer apellido y es algo que siempre nos decía», subraya Enrico, que visitó El Molinón en persona y tiene un recuerdo muy gráfico del mito del Sporting. «Marcó el gol de la victoria del Barcelona, en la Recopa de 1982, en la final que jugó contra el Standard de Lieja. Nuestra familia era hincha del Standard», apunta con humor.

Su padre, Ricardo, fue más que un aficionado. Trabajó como ojeador en el club belga durante años y también para la Selección, formando parte de su 'staff' en el Mundial de Brasil. Interviene Alessio, el vertiginoso lateral del Gante, quien todavía no habla castellano como su hermano. «Desgraciadamente, no he podido visitar todavía Asturias. Jugué en clubes de primera categoría desde una edad muy temprana y no tuve mucho tiempo para viajar por vacaciones», lamenta. Pero, confirma en declaraciones a EL COMERCIO, «conozco bien Asturias por las historias de mi abuela y me encantaría ir». Y añade, además, que «siento simpatía por el Sporting, porque un amigo asturiano me regaló una camiseta del equipo y porque mis abuelos vivieron ahí».

Publicidad

Infiesto y Piedras Blancas

A Alessio le encanta la Liga, de la que estuvo ya cerca hace un par de años por el interés del Sevilla, y el Sporting. «Mi sueño es jugar en la Liga y espero hacerlo algún día con el Sporting, pero entonces tendré que aprender español», ríe. Sin barreras por el idioma se expresa Enrico. «Estoy haciendo un doctorado en Historia del Deporte. Mi tema ahora es la historia del fútbol en Ecuador durante el siglo veinte», especifica el mayor de los hermanos, que vive con su familia a treinta minutos de Lieja y a una hora de Bruselas. Alessio, en Gante.

«Todavía tenemos familia en Asturias: una prima en Infiesto, un primo en Piedras Blancas, cerca de Avilés...», amplía sobre sus lazos de sangre con el Principado, del que su abuelo se separó cuando hizo las maletas para buscarse la vida en una fábrica de hierro en Lieja. «Visitamos la casa de La Camocha hace unos años y pasamos cerca de la mina», rememora. «Mi padre todos los veranos pasa dos o tres semanas de vacaciones en Asturias y yo también he ido alguna vez con él. También nuestros primos de ahí han podido venir a Bélgica en Navidad. Tenemos mucho cariño a Asturias; mi abuela, que tiene 93 años, siempre está hablando de Asturias», confirma, con ganas de ver en directo algún partido del Sporting, puesto que solo pudo visitar el exterior de El Molinón. Quizá entonces pueda tocar al Quini monumental. «¿Una estatua? No lo sabía. Sí nos han dicho que el estadio ya se llama El Molinón Enrique Castro, 'Quini'», aprecia desde la distancia. Un tributo al más grande que provoca orgullo en Sint-Truiden.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad