Al Sporting le puede salir bien

En el entorno del Molinón los gritos retumbaban. Nervios y tensión contenida. Nadie se fiaba. Los oídos no daban a basto. El Sporting jugaba en otros dos estadios y eso multiplicaba la ansiedad según pasaban los minutos.

El partido de Ipurúa era una montaña rusa, pasando de la tristeza a la alegría. El Oviedo era entonces el rival a batir. Sin embargo, en un guiño del destino, el Racing de José Alberto entregó la cuchara ante un recién descendido y dijo adiós al 'play off' en el momento más inesperado.

Solo hacía falta hacer los deberes en Elda. La Mareona contenía la respiración según se acercaba el final del partido. «No está pagado», afirmaban un grupo de entusiastas en los bajos del estadio gijonés, que estallaba de júbilo cuando el árbitro decretaba el final del partido y los futbolistas de Ramírez celebraban por todo lo alto el billete para disputar el 'play off'. El domingo, ante el Espanyol, empieza otro sufrimiento, convencidos de que el plan»saldrá bien».