De Amores y Marsà ya lucen como rojiblancos

«Para mí es un orgullo estar en Gijón. Estoy muy contento por llegar a un club con un gran proyecto. Tenemos que luchar por el ascenso y devolver al Sporting a Primera División», dijo el cancerbero uruguayo Guillermo de Amores. El portero admitió haber perseguido el sueño de llegar a Europa y haberlo cumplido en un club como el Sporting. De Amores admitió que la presencia de Zarfino en el equipo es para él muy importante ya que le ha ayudado a encajar en el club y la ciudad.

En cuanto a su competencia con Cuéllar, el uruguayo espera poder disputarle el puesto al extremeño al que calificó de «gran portero con una inmensa trayectoria». «Queremos luchar por el ascenso, nuestra mentalidad tiene que ser esa. Creo que tenemos un buen grupo con mucha calidad y podemos apostar por estar arriba», explicó el portero.

El último en llegar al Sporting ha sido José Marsà. El central catalán llegó a Gijón en la noche de ayer martes para entrenarse esta misma mañana bajo las órdenes de Miguel Ángel Ramírez. El defensa llega cedido por el Sporting de Lisboa sin opción de compra, pero con una opción de tanteo preferente para el club rojiblanco.

«Me he sentido muy bien en el primer día de entrenamiento. Es un lujo poder estar aquí. Estoy muy contento y con muchas ganas de debutar», dijo Marsà. El central puede actuar también como lateral zurdo, lugar en el que se siente «muy cómodo», pero jugará «donde el entrenador me pida».

El jugador dijo haber recalado en el Sporting al sentirse atraído por el proyecto del club y también por el de un entrenador como Ramírez que aspira a un fútbol al que le gusta jugar. «Espero que el técnico nos pueda transmitir su idea ya que se ajusta a lo que yo entiendo como jugar bien», dijo Marsà.