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ANDRÉS MENÉNDEZ
GIJÓN.
Jueves, 29 de julio 2021, 02:19
No realizó un mal partido el Sporting, pero terminó sucumbiendo ante una Real Sociedad B que exhibió ayer en Mareo el fenomenal trabajo que se viene realizando los últimos años en Zubieta. Perdió 0-2 en el primer test exigente del verano.
Las áreas ... se le atragantaron al equipo rojiblanco. Porque pagó caro un despiste defensivo en el primer gol visitante y porque fue incapaz de marcar a pesar de contabilizar numerosas situaciones. Nada más comenzar, Djuka tuvo una enorme oportunidad después de una genial maniobra de Campuzano. La ocasión se fue al limbo, como todas las oportunidades contabilizadas ayer. No pareció un amistoso porque los dos rivales demostraron que los proyectos llevan trabajo detrás. El Sporting atacaba con balón, al son de Pedro, brillante. Pero desnudar a la defensa del Sanse era una misión muy complicada. Los de Xabi Alonso llegan a Segunda para hacer ruido. No se comportan como un filial. Estuvieron muy juntos, ordenados. La primera línea de presión del equipo 'realista' estaba tan acompasada que era muy complicada de superar de forma limpia.
Tuvo hasta tres situaciones de gol en los primeros minutos el Sporting. Pero se quedó con la miel en los labios. Después, se conectó la Real B. Aprovechó un despiste de Kravets. El ucraniano no fue capaz de despejar un balón en una zona peligrosa. No estuvo contundente. La pelota terminó en los pies de Martín, un diablo que en poco tiempo estará seguro en Primera con el equipo de Imanol Alguacil. Regateó fácil a Berrocal, sobrio durante todo el partido, pero algo errático y solo en la decisiva acción. Levantó la cabeza y vio a Martón, que marcó el 0-1 a placer.
No se vino abajo ni mucho menos el Sporting. El resultado fue un encuentro recreativo porque los rojiblancos mostraron más cosas positivas que negativas. Nacho, Campuzano y Aitor, el trío situado detrás de Djuka, dejaron destellos y fueron un incordio para la bien dispuesta zaga 'realista'. Nada mas comenzar el segundo tiempo, llegó el 0-2. Kortajarena cerró el encuentro al aprovechar un balón muerto dentro del área. Tampoco desnortó al Sporting, empeñado en recortar distancias. Djuka mandó un balón al palo tras una jugada redonda, lanzada por un pase de Nacho, escorado a la derecha. El gol no llegaría nunca. El carrusel de cambios cortó el ritmo de un duelo resuelto, que dejó detalles positivos pero reiteró los problemas del proyecto para marcar.
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