Babin, el primero desde la izquierda, celebrando con guasa, junto a varios compañeros, la 'victoria' de su equipo tras un ejercicio de ayer en el campo número 2 de Mareo. ARNALDO GARCÍA
Sporting

El Sporting va a por el notable alto

El equipo de David Gallego, que recupera a Babin, busca esta noche precintar 2020 con una victoria ante el Leganés que le dejaría cuarto

JAVIER BARRIO

GIJÓN.

Lunes, 21 de diciembre 2020, 01:29

Buen estudiante, aplicado en las clases prácticas, el Sporting de David Gallego busca esta noche la mejor corona que ponerse en un adiós a un 2020 de extremos. A estas alturas, hace un año, el preparador catalán veía el fútbol en zapatillas, aburrido ... como una ostra en el sofá de casa. Al paro lo llevó su destitución del Espanyol. En Gijón, mientras, el crédito de José Alberto se encontraba en los huesos, estirado como un chicle por falta de relevos que inspirasen confianza en los despachos de Mareo. Al final caería liquidado, ironías del fútbol, un 21 de diciembre como hoy tras recibir aquel desafortunado estacazo del Extremadura.

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Doce meses después, con un reparto similar pero distinto instructor, la película ha cambiado de forma radical. El Sporting, que entonces coqueteaba con el descenso dentro de una degeneración alarmante, tiene en el tacto de sus pies la opción de comer las uvas como cuarto clasificado. Dependerá de que se mantenga en hora durante 90 minutos frenéticos ante uno de los pesos pesados de Segunda. El Leganés, 'gallito', con el arsenal ofensivo mejor surtido de recursos de toda la categoría, pero que en este careo nocturno le observará con cara de pocos amigos. Martí sabe que una derrota le dejaría viendo la matrícula de la juvenil tropa de Gallego, que le arrancaría las pegatinas en la pasada. Tendría, encima, unas tres semanas para rumiar y repetir el trastazo.

Un botín tan codiciado deja un resquicio mínimo para la nostalgia por el regreso de Iván Cuéllar. Visitante por primera vez en El Molinón tras su salida de hace tres años y medio, 'Pichu' se encontrará cara a cara con un estadio fantasma y desabrigado por la covid. Los pocos espectadores que podrán pegarse al asiento serán suplentes y trabajadores de los dos clubes. Una atmósfera insípida para un portero con su simbolismo, con nueve temporadas de militancia sportinguista, guardián de la portería de los 'guajes'. Lo que son las cosas, su anterior visita como rival la hizo de suplente en el apoteósico Sporting-Eibar de 2008. Casi fiesta mayor en la ciudad. Hoy será un obstáculo verdadero.

Gallego, motor del 'galleguismo', del que ya se confiesan devotos muchos sportinguistas, llegará a esta cita de la mano de Babin. Si el central no tiene un mal despertar, el entrenador podrá armar la línea de pretorianos con la que les está dando la murga y haciendo competencia a los 'faraones' de la clasificación. El técnico sonrió este domingo. El central de Martinica, que completó todo el trabajo, también. Salvo sorpresón, alistado. Un problema menos con el que lidiar durante el periodo de abstinencia forzosa de Manu García, descabalgado de la competición hasta el año que viene con todo lo que eso supone. Pedro, con distinto repertorio, pero también un grado de influencia superlativo en el coro, deberá contrarrestar la pérdida de imaginación en la trinchera enemiga.

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Poco meritorio en la Copa

Sin ningún meritorio ofensivo que reclamase la oportunidad en Albacete, con la salvedad de Pablo Pérez, el agujero del '19' lo remendará Gallego con el frenesí de Aitor y, posiblemente, Gaspar Campos. Ni Cumic, voluntarioso, pero fallón ante el Quintanar, ni Carmona, totalmente desafinado y fuera de ritmo, se cargaron el miércoles de razones para desmontar la pizarra del técnico. Ni tampoco Álvaro Vázquez, al que se busca un cambio de residencia en el mercado invernal para complementar mejor el brutal aporte de Djurdjevic.

El serbio, enrachado, ha fabricado el 50% de los goles del Sporting. Solo uno menos que los delanteros más específicos del Leganés: Sabin Merino (5), Borja Bastón (3) y Juan Muñoz (2). Los '9' que han descorchado para Martí muestran la profundidad del armario que tiene el entrenador catalán para agitar su ataque. Y falta el exrojiblanco Michael Santos, seria duda para el viaje de esta mañana y que aún tiene el contador a cero. A esa terrible armería suma José Arnáiz. Falso extremo, muy talentoso, descubierto en Valladolid por Paco Herrera. Esta noche es la referencia del 'Lega', firmando para la causa cuatro goles desde su segunda línea y armando el taco con su estiloso fútbol en numerosos partidos. Un jugador de chistera y martillo.

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Así, con medios a granel para Segunda División, no es de extrañar que el comienzo del Leganés haya formado un ejército de cejas arqueadas, germinando las primeras dudas. El equipo tiene el porte del Espanyol, Mallorca y Almería, pero no manifiesta su supremacía. Y fuera de casa gripa con cierta frecuencia. Cruza los dedos el sportinguismo para que hoy también.

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