El Sporting no pasa del empate ante el Mirandés

El preparador, que se jugaba su puesto en Miranda de Ebro, optó por una alineación cargada de sorpresas. Las ausencias por lesión y por sanción obligó al entrenador a utilizar un once de circunstancias. Gragera, que debutó esta temporada en la Liga, actuó en el centro del campo junto a Pedro Díaz. Los dos estuvieron a un buen nivel teniendo en cuenta el estado del césped. Además, Cordero fue el tercer central junto a Molinero y Babin. Un tridente que nunca había participado junto en el centro de la zaga.

Traver participó como carrilero derecho y se dejó notar en la primera parte con tres internadas. Al equipo le volvió a faltar gol. Esta vez Aitor García, junto a Manu y Pablo Pérez fueron los hombres elegidos para el ataque. No tuvieron fortuna. El andaluz gozó de varias ocasiones, pero no estuvo acertado en sus remates. Cada vez que Manu tocaba el balón generaba peligro, pero el paso de los minutos hizo que el terreno de juego impidiera conducir el esférico.

El mediapunta tuvo un disparo desde la frontal en la primera parte que obligó a Limones a despejar el peligro, fueron los mejores momentos del Sporting. Lor rojiblancos fueron de menos a más y en la segunda mitad apenas sufrieron. Cierto es que el Mirandés pudo marcar en el tramo final con un centro raso que no llegó a rematar Sánchez, pero si alguien se mereció la victoria fueron los hombres de José Alberto.

Todos supieron interpretar un partido de lucha y entrega. Muchos de los balones divididos cayeron para el lado gijonés, una muestra de lo metidos que estuvieron los futbolistas desde el primer minuto. Bertín hizo acto de presencia tras el descanso y por fin se estrenó con el primer equipo. Estuvo participativo, aunque no fue un partido fácil para nadie.

El empate es insuficiente para los visitantes. La imagen no fue mala, pero la situación obliga a los rojiblancos a sumar de tres en tres. El crédito de José Alberto pudo haberse agotado en Anduva, aunque nunca se sabe. Hace una semana tenía pie y medio fuera del club y finalmente se mantuvo en el cargo.

La decisión ahora la tendrán los dirigentes. La agonía del Sporting continúa porque continúa sin conocer la victoria. El peligro de poder caer a la zona de descenso es real. No se perdió ante el Mirandés, pero tampoco se ganó. La realidad invita a un cambio. Que la imagen haya convencido o no al presidente, se sabrá con el paso de las horas.