Baraja: «El Sporting merece estar en Primera»

Rubén Baraja (Valladolid, 1975), que hoy capitanea un Valencia competitivo y recuperador de su estatus en Primera desde que el técnico se pusiera a los mandos en una situación dramática, fue el último entrenador que llevó al Sporting al 'play off', cayendo en una primera eliminatoria ante el Valladolid que fue difícil de asimilar. «Fue un 'play off' duro porque nosotros llegábamos después de no conseguir el ascenso directo y el Valladolid después de entrar a última hora», rememora 'El Pipo' en declaraciones exclusivas a EL COMERCIO, quien, pese al paso del tiempo, guarda un enorme cariño al Sporting y no lo pierde de vista: «Donde merece estar es en Primera».

Ya de vacaciones, tras una temporada notable en Mestalla en la que llegó a pelear por devolver al Valencia a Europa con una generación juvenil de su puño y letra (Javi Guerra, el turonés Diego López o Mosquera), el exfutbolista internacional ve al Sporting en un gran momento para medirse el domingo con el Espanyol (El Molinón, 21 horas). «Llega emocionalmente muy bien al 'play off' y eso siempre es positivo», considera en un guiño a esas victorias finales ante el Eibar y el Eldense con las que se cerró el curso regular y, también, a la movilización social: «La ciudad y los sportinguistas van a vivirlo con mucha pasión».

Sabe bien de lo que habla. Corría la temporada 2017-2018, con el Sporting de Paco Herrera desinflando a finales de diciembre. La llegada del hoy entrenador del Valencia a Gijón supuso un punto de inflexión en varios campos. El desembarco de otro modelo de trabajo, en el que se empezó a dar mucha importancia a los 'pliegues', tan de moda hoy, y a la figura del nutricionista, entonces Bea Manchón. Con el paso de las jornadas comenzó un crecimiento en el campo que llevó al Sporting a señalar al ascenso directo. Cuando le cogió el tranquillo a la competición, su equipo se tiró doce jornadas consecutivas sin perder, con diez victorias.

Pero una cruel derrota en La Romareda y un traspiés ante el Barcelona B en El Molinón en la recta final enterraron las posibilidades de subir como primero o segundo tras obrar una remontada brutal: cuando Baraja llegó al banquillo, el Sporting estaba décimo, a cinco puntos del sexto y a nueve de los dos primeros. Con esa frustración de haber perdido el tren del ascenso directo sobre la bocina, el Sporting encaró el 'play off' ante un rival que se había metido sexto contra pronóstico, en el último momento, aprovechando el efecto revulsivo que se produjo con el fichaje de Sergio González para el banquillo. «El primer partido marcó aquella eliminatoria», recuerda aún con rabia Baraja. Un 3-1 en Zorrilla que ya determinó quién tenía que asumir los riesgos y jugar al filo de la navaja en El Molinón (1-2).

Desde la distancia, antes de que el balón del 'play off' de ascenso comience a moverse este fin de semana, el entrenador vallisoletano ve clave mantener la conexión del Sporting con el sportinguismo. «Hay que tratar de jugar con esa energía positiva que va a transmitir al equipo la afición», sostiene, apoyado en su experiencia. «Cuando nosotros estuvimos allí y el equipo conectó con la gente, fue brutal lo que nos ayudaron», continúa Rubén Baraja.

Toda esa expectación que generó el fútbol del preparador vallisoletano y sus resultados se estrellaron contra un final muy cruel. «Fue una gran decepción ese año no devolver al Sporting donde merece estar, que es en Primera División», machaca el exentrenador rojiblanco, quien cruza los dedos para que el equipo gijonés, esta vez sí, logre retornar a la élite a través de un formato que se le ha resistido en dos ocasiones: en esa eliminatoria contra el Valladolid y, antes, en la temporada 2013-2014, cuando el Sporting de Abelardo quedó en la cuneta frente a Las Palmas.

• Temas
• Rubén Baraja
• Sporting
• El Molinón
• play off