Sporting | Malestar con el criterio del VAR

La sensación de malestar interna con el uso del VAR se ha incrementado tras algunas decisiones tomadas ante la Ponferradina. En ese sentido, no se entendieron la interpretación de algunas acciones tomadas desde el centro del VAR en Las Rozas. Se considera que, a lo largo del partido, determinadas decisiones tomadas por los colegiados entran en conflicto con experiencias pasadas y que en acciones teóricamente similares se tomaron decisiones opuestas, que han terminado por perjudicar al Sporting. Dos acciones en concreto han causado especial controversia.

En el segundo tiempo, Uros Djurdjevic conectó con la cabeza un centro desde la derecha de Álvaro Traver. El balón terminó golpeando en la mano del defensa argentino Franco Russo. El colegiado Isidro Díaz de Mera a instancias del VAR detuvo el juego. Desde Las Rozas, tras observar la jugada repetida por televisión se consideró que no había infracción alguna ya que la mano despegada del central no tenía voluntariedad. El colegiado ni siquiera revisó la acción por el monitor y reanudó el juego con normalidad.

Esa lectura por parte del VAR se considera que entra en conflicto con otras determinaciones adoptadas en jornadas anteriores en contra de los intereses del Sporting. Es el ejemplo del penalti señalado por manos de Borja López en los últimos instantes del encuentro ante el Deportivo. No ha sido la única acción cuestionada de forma interna por parte del club. En el tiempo de prolongación del segundo tiempo con el partido casi finalizado, el lateral 'Son', 'picado' con Manu García desde minutos antes, golpeó con el codo al atacante rojiblanco.

El canterano rojiblanco requirió de una camilla para salir del campo y ser atendido por los servicios médicos del club. Pendiente de evolución, el fuerte impacto le ocasionó una lesión en la clavícula aunque pudo ser peor.

Díaz de Mera no apreció agresión y no mostró ni tarjeta. En el recuerdo está la expulsión de Nacho Méndez ante el Rayo Vallecano tras mostrar la segunda amarilla por, según el acta, «golpear a un adversario con el brazo de forma temeraria».

No son en cualquier caso los únicos precedentes de acciones que han suscitado malestar en el club rojiblanco. La injerencia desde Las Rozas para modificar la primera apreciación del colegiado a la hora de observar infracción de Borja López sobre Caye Quintana ya derivó en un escrito formal a la Federación, si bien no se esperan nuevos comunicados.

La entidad rojiblanca, en ese sentido, no discute el avance que supone la entrada de la tecnología en el fútbol profesional. Las reivindicaciones, después de diecinueve jornadas de competición y con ejemplos repetidos cada semana, están en la búsqueda de un criterio común que se haga extensible a todos los equipos.